Más balones recuperados, más entradas, más intercepciones y más duelos ganados (11 de 21). Geoffrey Kondogbia se puso el traje de pulpo. El centrocampista fue el futbolista que más veces entró en acción en el partido, estuvo cerca del centenar de intervenciones, que refuerzan su impacto e influencia positiva. El centroafricano necesitaba un partido así después de perderse la semifinal vuelta ante el Betis... el golpe recibido en la primera parte ante el Leganés le hizo llegar muy justo. En Butarque hizo gol, pero ante el Athletic estuvo en plan león. Kondogbia y Parejo (en versión control total) dominaron la escena ante un rival que llegaba crecido, en busca de un zarpazo ante un adversario directo.

Kondo estuvo brillante a la hora de contener y recuperar, pero también estuvo muy sólido en la creación: 77 pases, con un 88% de eficacia, un regate. Una pila de pases buscando lanzar el ataque a la carrera.

Otro exhibición de solidez

El Valencia CF hizo sentir la diferencia y dejó muy poco margen para el Athletic. Los de Marcelino dominaron de principio a fin, con autoridad, con personalidad, con intensidad. La explosión ante el Betis no dejó resaca. Al contrario, ha sido pura vitamina, en todos los sentidos. El estado emocional del Valencia CF anima a seguir pensando en positivo, en LaLiga y en Europa. Los números defensivos de los blanquinegros están al alcance de muy pocos equipos en Europa y eso promete convertirlo en un adversario tremendo en las eliminatorias a ida y vuelta.

La recta final se jugó como quiso el Valencia CF. Gran trabajo de todos: Ferran, Wass, Diakhaby, Roncaglia, Cheryshev... todos con el mono de trabajo, con el mono Champions. Los cambios volvieron a producir un plus. Carlos Soler y Gameiro remataron al Athletic. Después de varios intentos de contragolpe llegó el definitivo: apertura de Guedes, centro de Soler y definición definitiva de Gameiro.