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Broche final y propósito de año nuevo

El último día de 2022 enfrentará al cuadro de Setién y Gattuso sabiendo la importancia que tiene el 2023. Tanto uno como otro buscan la estabilidad en un Derbi que se prevé vibrante

Villarreal-Valencia

Villarreal-Valencia / SD

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El objetivo del Villarreal y el Valencia en ocasiones se nombra con la boca pequeña y el Derbi de hoy es la excusa perfecta para dejar de hacerlo. En una posición inferior a la que merecen, los de Setién ha vivido un Mundial ‘tranquilo’ después del caos previo tras el cambio de banquillo y en Mestalla la victoria contra el Betis calmó los ánimos antes de la gran cita de Catar. Pero ahora, más de un mes después, unos y otros deben poner sus cartas sobre la mesa y demostrar cuál es su meta.

En el cuadro amarillo no solo debe servir entrar en Europa League, ya que debería ser obligatorio pelear por estar entre los cuatro primeros. En Mestalla, más allá de la situación de los últimos años, la Europa League debe estar también marcada en rojo. La competencia es enorme, pero la realidad es que el Valencia no se puede permitir más años sin estar en competiciones del Viejo Continente.  

Con Gattuso, la sensación es que el objetivo no es imposible. El Valencia, que hace un año se marchaba a fin de año con la posibilidad de estar entre los cuatro primeros, bajó el ritmo con el ‘despiste’ copero y a partir de ahí se perdió en la tabla. Por su parte, el Submarino, que llegó hasta las semifinales de la Champions League, acabó en puestos de Conference, lejos del objetivo. 

En ese escenario, el final de año llega con el Valencia pendiente de no repetir errores en 2023 y el Villarreal viviendo con las dudas de si Setién ‘sí’ o Setién ‘no’. Gattuso y los suyos de hecho pueden complicar el futuro del cántabro en el banquillo en caso de victoria y además encontrarían motivos para creer en el futuro más inmediato.

Porque el Valencia, como explicó el técnico en rueda de prensa antes del parón, merecía más puntos de los que llevaba, y eso solo se corrige sumando ahora de tres en tres. Europa no debe ser un imposible y es que ni en puntos está tan lejos, ni en sensaciones.

Quien sí está con mal ambiente es el Submarino de la mano de Setién. Con Emery todo parecía más o menos rodado -a pesar de dos clasificaciones ligueras mejorables- pero el ‘nuevo’ ya recibió pitos de su afición antes del parón.