El día que el Pipo inventó un '6'

Baraja sorprendió a todos reconvirtiendo a Soler de mediapunta a pivote en su etapa como entrenador del Juvenil. Casi diez años después necesita hacer algo igual en el primer equipo

Baraja, manteado por sus jugadores

Baraja, manteado por sus jugadores / F. CALABUIG

Andrés García

Andrés García

Rubén Baraja tiene el mismo problema con el que se encontraron Javi Gracia, José Bordalás, Gennaro Gattuso y Voro González las tres últimas temporadas. En la plantilla no hay un ‘6’ específico. Uno de los legados del Pipo como entrenador del Juvenil, más allá del título de campeón en División de Honor en 2014, fue la reconversión de Carlos Soler de mediapunta a pivote. Un movimiento táctico que llamó la atención de los responsables de la Academia, ayudó al equipo a ganar partidos y marcó la carrera deportiva del canterano. «Soler: producto Baraja», titulaba SUPER tras la explosión del excapitán valencianista

Soler comenzó en la escuela del Valencia jugando de ´9´. Casi quinientos goles en Paterna le avalaban. Fue a partir del Juvenil B cuando Rubén Mora comenzó a alternarlo de ´10´ y de ´8´. El paso definitivo lo dio Rubén Baraja en el Juvenil A. Muy pronto. Desde la pretemporada 2014/15. Allí se dio cuenta que estaba ante un mediocentro nato en potencia. Hablaban el mismo idioma. Soler no era un mediapunta. Ni siquiera un llegador. Era algo más. Fue entonces cuando el entrenador retrasó la posición de Carlos para que jugara de cara y guiará al equipo por delante de la defensa. De ‘6’. Algo que sorprendió mucho en la escuela. El Pipo quería un Valencia protagonista con balón, que llevara el control y fuera seguro en la salida de balón. El elegido para conducir ese proyecto fue Carlos. Depositó toda la confianza en él y acertó. 

Baraja, dando instrucciones en Paterna

Baraja, dando instrucciones en Paterna / F . CALABUIG

Casi diez años después el Pipo está obligado a acertar con el ‘6’. Bordalás apostó por adelantar la posición de Hugo Guillamón. También Gattuso en la primera parte de la temporada. El italiano también dio galones de pivote a André Almeida tras el Mundial. El otro centrocampista que puede asumir esa posición es Nico González. El problema es que el gallego, cedido por el Barcelona, estará como mínimo tres semanas más de baja por culpa de su fractura del quinto metatarsiano del pie izquierdo.

El 4-1-4-1

Baraja tiene predilección por el 4-4-2 y el 4-2-3-1. Así se lo transmitió a la plantilla el primer día. Para el técnico lo fundamental, más allá de dibujos, es sacar el mejor rendimiento de sus jugadores. El 4-1-4-1 ya lo utilizó en Paterna y le gusta. El Pipo decide.