Los que le conocen bien le identifican de broma como un «mutante». ¿Se puede ser una balsa de aceite fuera del campo y auténtica electricidad sobre el césped? Pues así es Roberto Soldado. El nuevo delantero del Valencia elige la tranquilidad como su mayor virtud en la vida. Sin embargo, reconoce que su peor defecto es el carácter que le pierde muchas veces cuando se viste de corto. Una increíble metamorfosis que le lleva en un ´plis plas´ de ser un sereno padre de familia a ser como uno de esos gladiadores romanos que luchan por su vida en su película favorita. Una especie de ´Gladiator´ apacible.

Así es el ´9´ del Valencia. Tímido en las distancias cortas. Introvertido entre los suyos, pero descarado al calzarse las botas... siempre por la parte derecha. Rober, como lo conocían en Don Bosco, no se considera maniático, pero sí tiene alguna liturgia especial antes de los partidos: ¡empezar a vestirse por el lado derecho! Eso es lo que hará el próximo año siempre para seguir marcando goles. Algo que se le da mejor que la cocina. Soldado lo admite. Como cocinero es un verdadero desastre. Quizás por eso prefiere degustar su plato preferido servido por su madre o su esposa, la pasta italiana. Eso sí, acompañado siempre de uno de sus vicios confesables: la Coca-Cola light. La bebe como si fuera agua. Pero su gran vicio son sus hijos. Los que le han dado sentido a su vida y los que más carcajadas le sacan. Ningún humorista es capaz de hacerle reir como ellos. Donde no ríe tanto Soldado es con la raqueta en la mano. Después del fútbol, el tenis es su otra gran pasión. Le gusta seguir a Nadal, Federer, Ferrer, Murray y compañía por todo el mundo y, sobre todo, practicarlo. Y si no que se lo pregunten a uno de sus agentes, Lorenzo Toldrá, con el que tiene un ´pique´ amistoso.

Donde sí tiene que mejorar mucho Soldado es en el valenciano. Lo entiende, pero no sabe hablarlo. Es su asignatura pendiente. Además de los 16 goles, ya se ha comprometido a aprender algunas expresiones. ¿Y cuáles son los referentes de Roberto? En la música El canto del Loco, en el cine la película ´Gladiator´ y los actores Mel Gibson y Angelina Jolie, en la lectura ´La vuelta a la vida´ de Lance Amstrong y en el fútbol el brasileño Ronaldo y al ex valencianista Santi Cañizares. ¡Y cómo no sus tres mascotas! Sus perros Zizou, Gol y Kira. Con ellos comparte muchos de sus ratos libres. Con ellos, con la Play en la que se defiende bien y con el ordenador. El ex del Getafe se confiesa un ´enganchado´ a las redes sociales. Chatea en el Messenger y es usuario de Facebook «para cotillear como todos», como dice él. ¡Qué razón tiene...! También va a la última en teléfonos móviles y coches. Lleva un Blackberry y un Audi Q7. Pero, Soldado no es un hombre de lujos. Es muy hogareño y familiar, aunque de vez en cuando le gusta salir.... de compras. Le gusta la ropa casual, vestir de color blanco y su último capricho fueron unas zapatillas... y un viaje a su destino de vacaciones favorito, Ibiza. Rober es también un chaval de creencias. Cree en Dios, en el trabajo que le inculcaron sus padres y en el mejor consejo que le dieron: hay que aprovechar las oportunidades. Eso es lo que quiere hacer en el Valencia. Su deseo es debutar con gol en Mestalla y la noticia que daría: «El Valencia es campeón de...» y no el Manchester United, su equipo del extranjero. Ya sólo piensa en jugar y marcar, pero... ¿con sexo antes de los partidos? «No será malo, no?», bromea Soldado. Un ´nueve´ como jugador y un ´diez´ como persona.