Unai Emery tiene entre ceja y ceja conformar un Valencia más sólido y agresivo que en las temporadas anteriores. Como dijo el entrenador, el objetivo es ir a full en las tres competiciones, pelear con los mejores en la Liga, la Champions y la Copa. Para poder conseguirlo, para ser un equipo sumamente competitivo, la defensa es fundamental. Por ello, el cuerpo técnico ha comenzado ha trabajar tácticamente en la Ciudad Deportiva con su nuevo Valencia desde los cimientos, desde la línea de cuatro zagueros.

Desde la llegada de Emery a Mestalla los blanquinegros han sobresalido por un potente y variado arsenal ofensivo. Sin embargo, la retaguardia ha dado muestras de flaqueza. En la primera campaña al mando del míster de Hondarribia el Valencia encajó 54 goles, diez menos que el curso pasado, donde la zaga fue la línea más criticada. Cifras muy alejadas de las escasos 27 tantos recibidos por el bloque de Benítez en los años de las ligas, 2002 y 2004.

El Valencia ha cumplido con nota el objetivo Champions durante dos años consecutivos, pero Emery quiere más y lo quiere empezando por la defensa. En los últimos entrenamientos Unai ha comenzado las charlas tácticas con sus jugadores y el balón ha ganado protagonismo. Ha llegado la hora en la que el técnico explica en la pizarra y exige sobre el terreno de juego cómo debe jugar el equipo y lo que busca en cada jugador. Las nuevas incorporaciones obligan a que los técnicos tengan que comenzar cada pretemporada por lo más básico, para que los fichajes y también los canteranos se acoplen cuanto antes a los automatismos tácticos.

Después de las cargas físicas de la sesión matinal el entrenamiento vespertino del miércoles fue eminentemente táctico. Durante hora y media los jugadores se entrenaron acompañados del esférico. Tras los ejercicios de calentamiento, en los que se trabajó el toque rápido y el control, el equipo pasó a ejercitarse bajo la mirada de un centenar de seguidores presentes en Paterna. Entonces, Emery dividió a sus jugadores en tres grupos de siete hombres que se enfrentaron entre sí con el objetivo de dar rápida circulación al balón, cerrar las líneas de pase y presionar.

No obstante, el momento clave de la sesión se produjo cuando el entrenador vasco dividió a la plantilla en dos grupos y él mismo trabajó de forma específica, y muy intensa, los conceptos defensivos primero con uno y luego con el segundo grupo. El ejercicio consistió en que la defensa de cuatro estuviese un metro por delante de la línea del área y basculase en bloque tratando de no dejar espacios a los atacantes que tenían superioridad. Emery reclamó a los zagueros que trataran de no recular y que tanto el lateral como el central se ayudasen a la hora de cerrar los espacios. Una vez recuperaban el esférico debían darle una correcta y rápida salida con tal de hacer gol en mini-porterías. Por último, en el partidillo Juan Carlos Carcedo estuvo muy pendiente de que Rami mantuviera la línea adelantada con su pareja, Dealbert.

Piatti encantó al público de Paterna

El entrenamiento vespertino del contó con la presencia de un centenar de valencianistas. Tanto los seguidores como el coordinador de la secretaría técnica, Braulio Vázquez —que también presenció el entreno y al acabar el mismo dialogó con Unai Emery—, disfrutaron con las maneras mostradas por Pablo Piatti. Lo cierto es que el ex del Almería está dejando una excelente impresión en sus primeros días como jugador del VCF. Ayer fue el futbolista más aplaudido por los aficionados, a los que impresiona la velocidad del delantero de 22 años. Una vez más en estas primeras prácticas Emery lo utilizó como segundo punta, escorado a la izquierda y por detrás de Soldado. Piatti anotó el primer tanto del partidillo tras un recorte eléctrico a Guaita y asistió a Salva Ruiz después de desequilibrar por banda en el 3-0 final.

Hidratos de carbono

Tras el entreno los jugadores cenaron y durmieron en el hotel Posadas de España. La cena, elaborada por los servicios médicos del club, está basada en hidratos de carbono con tal de reponer fuerzas.