Con su apoyo a distancia, el VCF está más cerca de noquear al Barça. Porque el ‘espíritu del Piojo’ sigue vivo, para orgullo del propio Claudio, quien vaticina un 2-0 en Mestalla. Lástima que colgase las botas; sería un gran refuerzo para Emery en estas ‘semis’ de Copa.

¿Qué tal Claudio? ¿Dónde le pillo?

—En Argentina, disfrutando un poco del verano en la casa de descanso que tenemos.

—Recién retirado, y después de tres lustros en activo, ya era hora de descansar, ¿verdad?

—Sí, la verdad que sí. Es momento de descansar, de disfrutar de la familia y ver de hacer otras cosas.

—¿Qué tal le va la vida? Por las noticias que llegan a España, se ha atrevido a probar con los rallies, como su excompañero Cañizares.

—Hay que buscar algo que te mantenga la adrenalina, que te haga sentir vivo. Así que probamos con algunas cosas y ahí nos estamos divirtiendo un poco, como con los rallies, por ejemplo.

—Usted siempre igual. De un lado para otro a toda velocidad.

—(sonríe) Sí, bueno. Seguimos en eso, para que no parezca diferente a lo que he hecho siempre.

—¿Ha aparcado para siempre o por un tiempo el fútbol? ¿Entre sus pensamientos futuros hay algo relacionado con el balón?

—Pues sí, la verdad. Estamos viendo de hacer alguna cosilla, pero todavía está en proyecto; seguramente llevará su tiempo. Y yo, además, quiero tener un tiempo libre para dedicarlo a hacer otras cosas.

—¿Ha hablado últimamente con algún excompañero? Por ejemplo, con Cañizares, para que le diese consejos sobre pilotaje.

—Pues no, la verdad. Hace tiempo que no hablo con Santi. Sí me enteré que está haciendo rallies; debe estar pasándola bien y me alegro mucho por él.

—También quiero preguntarle por otro exvalencianista y, en este caso, compatriota suyo: Fabián Ayala. Es el embajador del Valencia en Argentina. ¿Le ha quitado el puesto?

—No, no (sonríe). Nunca me ofrecieron nada, ni hablé con la gente del Valencia, por lo que no me ha quitado el puesto. Pero sí que he tenido conocimiento de él: está trabajando en Racing de Avellaneda, como director deportivo. Espero que le vaya muy bien, que tenga suerte, como la tuvo como jugador.

—En fin, como ya hay un embajador del Valencia en Argentina, me permito nombrarle cónsul valencianista en Argentina. ¿Acepta?

—(sonríe) Es un honor, sin duda. Muchas gracias, muy amable.

—De nada. Se lo ganó usted con sus actuaciones, con sus goles. Sobre todo en los Valencia-Barça.

—Fue una época muy buena. La verdad que me trae muchos recuerdos y todos buenos. Partidos memorables, que tuvimos la suerte de ganar. Tuvimos la suerte de encadenar varias seguidillas muy positivas para nosotros, que nos ayudaron muchísimo.

—Habla de aquellos partidos en plural. Sin embargo, si yo fuera usted, me permitiría hacerlo en singular.

—¿Por qué?

—Por las diabluras que hizo y, principalmente, por los doce goles que marcó en esos partidos.

—Pero también había un equipo que sostenía los partidos, que permitía que nosotros pudiéramos hacer otras cosas en ataque. Fue un equipo muy bueno, con buenos resultados y una racha con un equipo muy grande, como el Barça, que permitió hacer mucho más conocido al Valencia en Europa.

—Supongo que sabrá que mañana (por hoy) se juega un Valencia-Barça de semifinales de Copa y usted es uno de los protagonistas de la campaña oficial del club. El espíritu del Piojo, como también lo hemos bautizado en SUPER.

—Sabía lo del partido, pero no lo demás. Ojalá que el Valencia obtenga el resultado que desea. Es un rival dificilísimo, que pasa por un momento más que dulce, pero el Valencia, en Mestalla, con el apoyo de su gente, siempre se hace fuerte. Esperemos llegar a la final.

—¿Ve a menudo los partidos del Valencia por televisión?

—Bastante seguido. Por ejemplo, el pasado domingo vi el partido contra el Racing. Sufrí, pero un punto es un punto; al final, ayuda.

—Está hecho todo un valencianista en la distancia.

—Sí, siempre. Donde uno estuvo bien y lo trataron como en casa, siempre le queda un buen recuerdo. Yo tengo los mejores recuerdos del Valencia y del valencianismo; por qué no iba a ver los partidos. Aparte, me encanta el fútbol español.

—Entonces, mañana (por hoy) estará haciendo fuerza delante del televisor, ¿no?

—Allí estaremos, sin duda. Me hubiera gustado estar presente, pero todavía no pude organizar el viaje.

—¿Cuándo le veremos de vuelta por Valencia?

—Vamos a ver si puede ser prontito. Vamos a mandarle un recadito al señor Llorente, a ver si me invita de vez en cuando.

—Para la final de Copa del Rey sería perfecto.

—¡Y tanto! Esperemos que así sea.

—Le invitaría personalmente para la vuelta de semifinales de Copa, en el Camp Nou, pero seguramente allí no le dejen entrar después de los estropicios que les hizo.

—No, da igual. Prefiero ir a Mestalla. Prefiero estar en casa y con gente conocida.

—¿Se puede decir que los partidos contra el Barça han sido los mejores de su carrera?

—Pues sí, han rozado los mejores, han estado entre ellos. No todo el tiempo sale uno victorioso tantas veces seguidas con el Barça. Hemos tenido Copa, Ligas y Champions; hemos rozado todos los campeonatos para enfrentarnos con ellos y salimos victoriosos de todos. Fue muy, muy lindo.

—Pasado el tiempo, piense: ¿Cree que el Barcelona llegó a tenerle miedo?

—No, no tanto. Sí que había un cuidado especial en la forma de jugar, algún puntapié de más, pero miedo es una palabra muy dura.

—¿Qué me dice de los paisanos que tiene en la plantilla? De Tino, Banega y, sobre todo, de Piatti, al que se le empieza a comparar con usted.

—Pablo tiene una característica especial: mucha técnica, buen regate y ha hecho muchas cosas buenas para poder llegar al Valencia. Esperemos que le vaya mucho mejor, para llevar al Valencia a la senda del triunfo, a donde quiera. Y los otros dos chicos están a un buen nivel, pero aún pueden progresar más. Lo importante de todo es que se vuelva a hacer un gran grupo, para que haya de nuevo éxitos.

—¿Qué resultado le ponemos para el partido en Mestalla?

—Un 2-0 para el Valencia. Para pedir, pedimos bien.

—Si estuviera en la alineación del Valencia, ¿considera que aún podría hacer vibrar a Mestalla y hacer daño al Barça?

—Las ganas estarían; lo que no sé si daría el físico y el ritmo de juego de competición.

—¿Qué me dice del Piojo de hace 10 o 12 años en su máximo esplendor?

—Ahí sí que me jugaría todo a que pasa el Valencia. Les haría pupa, no le quepa duda.

—La última pregunta, la elige usted. Mande el mensaje que le apetezca al valencianismo.

—Simplemente, agradecerles todo el cariño y el apoyo que han demostrado en cada momento, en cada situación que he pasado. Les deseo lo mejor para mañana —por hoy— y que ojalá puedan llegar a la final. Esperemos que podamos estar juntos en algún momento de este año; poder compartir un partido en Mestalla y verlos a todos, que realmente me haría muy feliz. Amunt València!

—Pues eso, Amunt!