La Real Sociedad ya le ha hecho llegar una propuesta formal a Sergio Canales. El club donostiarra se ha lanzado para cerrar su incorporación y la oferta ha pasado a la mesa del Valencia. Si no lo está ya, llegará en las próximas horas, porque los txuri-urdin ya han transmitido ese interés especial al agente del jugador. La Real lo quiere a prestamo hasta final de temporada -con opción de compra- pero el Valencia prefiere un trapaso antes que dejarlo marchar cedido. La entidad necesita liquidez y espera sacar una buena contraprestación. «Escucha ofertas», como ya informó Superdeporte el pasado lunes. El jugador tiene un precio y si quiere salir tiene que hacer llegar una oferta económica convincente, porque la intención es recuperar la inversión „en torno a 10 millones de euros„ realizada por el jugador.

Jagoba Arrasate, entrenador de la Real, aseguró el martes que «están atentos» a Canales. Blanco y en botella. Los donostiarras quieren incorporar un futbolista que enriquezca la rotación en la zona de enlace. Quieren un canalizador que pueda dar descanso a Xabi Prieto -necesitado de oxígeno- y pueda desempeñar el rol que estaba previsto para Esteban Granero, lesionado de gravedad a principio de temporada y cuyo concurso a pleno rendimiento este curso no parece sencillo. Pardo se ha asentado en la sala de máquinas y Zurutuza, que juega más atrás, pero podría ocupar la mediapunta con naturalidad, tiene muchos problemas físicos. Canales encaja a la perfección. El cántabro quiere jugar, siente que es lo que necesita para recuperar las sensaciones previas a sus dos lesiones de rodilla. Busca continuidad y siente que en el Valencia no la va a tener. En Anoeta no le garantizan la titularidad, pero sí un papel protagonista. Además, estaría muy cerca de su casa, de Santander. La cesión le brinda la oportunidad de ganar confianza en un equipo bien engrasado y con objetivos ambiciosos, podría revalorizase y volver al máximo dentro de seis meses.

El Valencia pone pegas porque no quiere regalarlo. Por eso, la Real sabe que no es una operación sencilla. Además, en Donosti temen por la propuesta de un club español -de zona alta- y de la competencia inglesa, que sí podría llegar a las pretensiones del Valencia. El mercado marcará el guión, porque el jugador quiere salir. En ese sentido, de aquí al 31 de enero puede que su papel en Mestalla haya cambiado.