Cheikhou Kouyaté tiene una razón importante para fichar por el Valencia. Su hermano mayor por parte de madre vive en Valencia. Se llama Gabriel Vihauahou, tiene once años más que él y reside en Alfafar, donde se gana la vida entrenando al Alevín A del Club de Fútbol Levante Alfafar. Se criaron juntos en Senegal, jugaron en las calles del pueblo cuando eran niños y Kouyatè despuntaba como delantero por su altura, pero el destino separó sus vidas cuando Cheikhou se marchó de casa en busca de una oportunidad en el fútbol francés. El destino puede volver a unirles.

Gaby está en contacto con su hermano pequeño a través de Skype. Sabe que sería «feliz» en el Valencia, que le gusta el club porque le permitiría seguir progresando y que prefiere el fútbol español a la Premier porque se ajusta mejor a su estilo de juego. Le ha aconsejado que firme por el Valencia, le ha enseñado la ciudad por internet y, aunque no puede reconocerlo, le espera. Llevó a la escuela al amigo de la familia, Pape Diop, y espera que el siguiente sea su hermano pequeño. «Tenenemos buena relación con Pape, hace poco vino a la escuela y ojalá venga mi hermano algún día».

Se lo recuerdan todos los canteranos cada día. «Los niños y la gente me ha preguntado estos días si va a venir mi hermano, yo les digo que ya veremos. ¡Igual al Levante, con el que la escuela tiene un acuerdo», bromea Gaby. El senegalés está convencido de que su hermano sería feliz en Valencia. «Mi hermano sería muy feliz en Valencia. Por él no hay problema, pero club es el que manda. Por eso hay que esperar para ver si viene aquí. Al final lo importante es que esté en un equipo que esté feliz. Ojalá venga al Valencia porque sería importante para él. Si ficha por el Valencia podría seguir su proyección.

Se lo ha ganado con su trabajo en el Anderlecht, todos le hemos ayudado, pero el mérito es de él. Es un trabajador». Los informes que Kouyaté tiene del Valencia son los mejores. «Mi hermano sabe que el Valencia es un club grande y tiene un buen proyecto. Yo se lo he dicho porque veo a la escuela del Valencia como funciona». Tampoco sería problema la ciudad. «Nunca ha venido a Valencia, pero la conoce por internet por fotos». Y menos, la Liga. Ambos coinciden en que el fútbol español es el mejor de sus destinos. «Nos gusta más la Liga española porque es un fútbol que le va mejor, él tiene una estilo más de asociarse que un fútbol directo como el del la Premier». Eso sí, Gaby ya le ha dicho que tendría que ir a un colegio para aprender el idioma, como él hizo. «Si viene a Valencia tendrá que estudiar un poco el idioma. Solo habla unas pocas palabras. Tendrá que ir al colegio como fui yo», decía.

De lo que no tiene dudas Gaby es del rendimiento que puede ofrecer en el Valencia. Le ha visto jugar desde que eran niños. «Recuerdo que de pequeños jugamos la liga del pueblo después del fin de curso. Yo jugaba en el Bolo y él en el Yoone Bi. Jugábamos en la calle. Él de pequeño era delantero, porque era el más alto del equipo y metía goles, pero luego se fue haciendo más defensivo. ¡Yo mido 1,84 y él creo que mide 1,87! Luego jugó en un equipo de Segunda de Senegal y se marchó a Francia a hacer unas pruebas con 19 años. Se fue sólo. Allí lo hizo tan bien que lo fichó el Anderlecht.».

Gaby admira a su hermano como jugador. «Tiene mucha calidad, es un jugador muy bueno. Mi hermano puede jugar como mediocentro defensivo y ahora con la selección ha jugado más de central. Está cómodo en las dos posiciones». Los dos llevan en la sangre el fútbol. Aunque de lo que realmente está orgulloso Gaby es de Kouyaté como persona. «Es una persona muy humilde y tranquila, es un jugador que siempre hace su trabajo y, como hermano, quiere mucho a su familia. Sabe que es muy importante hablar con la familia. Me gusta de él que es una persona que escucha.

Nunca se le ha subido el éxito a la cabeza, es muy noble y honesto. Tiene las cosas claras. Me gusta de él que nunca ha cambiado de amigos. Es fiel a su gente y mantiene contacto con la familia. Hablamos por Skype a veces». De momento ya se ha dejado ver con el chándal del Anderlect. «A veces venía con el chándal del Anderlecht, pero ahora ya no porque tenemos una norma que hay que llevar el equipaje del club». Ahora esperan ver algún día un chándal del Valencia por Alfafar. Será bueno para la escuela, para Gaby... y, como dice su propio hermano, para Cheikhou.