El Valencia Mestalla ha arrancado la temporada con buen pie. El conjunto de Curro Torres sumó un punto importantísimo en su complicada visita al recién ascendido Llosetense, que se encontró con un gol a balón parado a los cinco minutos de juego y trató de imponer su ventaja aunque sin éxito. A pesar del golpe, el filial no tardó en reaccionar y gobernó el encuentro desde la intensidad, creando un buen número de ocasiones para batir la portería de Mingo, si bien el gol del empate no llegó hasta el minuto 70. El guardameta balear erró y el balón cayó manso a las botas de Fran Navarro. El internacional, de tan solo 17 años, había entrado tras el descanso sustituyendo a Toni Martínez y fue el encargado de poner algo de lógica a un marcador que no volvería a moverse y que, analizado el encuentro, sabe a poco para el Mestalla después del asedio.

Con el tanto inicial, los de Nico López dieron un paso atrás, renunciaron a las facetas creativas del juego y cedieron todo el protagonismo al conjunto valencianista. Los baleares, sabedores de que la remontada sería complicada en un campo tan pequeño y con césped artificial como es el Municipal de Es Puig, trataron de hacer del repliegue defensivo su mejor baza para dar por finalizado el encuentro. Sin emargo, todavía quedaba demasiado partido por delante y los de Curro acabarían teniendo alguna ocasión para hacer el empate. En las botas de Nacho Gil estuvieron las mejores ocasiones para marcar „hasta en dos ocasiones llevó el susto a la grada, primero tras una combinación con Akapo y otra con un disparo raso que exigió la versión más plástica de Mingo„ y el Mestalla convirtió el encuentro en un monólogo. Víctor Ruiz y Carlos Soler lo intentaron también pero el tanto de la igualada se resistía hasta que un fallo del guardameta local echó por tierra todos los esfuerzos del Llosetense por mantener intacta la diferencia hasta el final.

A falta de solo veinte minutos, la fortaleza balear cedió y el futbolista más joven sobre el césped, Fran Navarro, cazó un balón que supo aprovechar para poner las cosas en su sitio. A partir de ese preciso instante, el Mestalla se volcó de forma vertiginosa sobre el área del equipo local, generando peligro desde la media punta y canalizando el juego ofensivo por los costados para abrir el campo y provocar situaciones de superioridad. Los de Curro lo intentaron hasta el final y aunque supo a poco, era clave no llegar a la próxima jornada en blanco.