Gary Neville resta importancia al calentón entre Vezo y Diego Alves, que casi llegan a las manos en el entrenamiento del lunes y tuvieron que ser separados por compañeros. Lo hace incluso con cierta dosis de humor diciendo que "yo he visto en casa discusiones con mi hija de cinco años más acaloradas que la de ayer. Esto no llega a nada, pasa en cuatro o cinco segundos y ya está".

Ya en serio, el técnico aprovecha la circunstancia para justificar su deseo de tener más privacidad en las sesiones de trabajo: "¿Por qué queremos más privacidad? Porque estas cosas pasan tres o cuatro veces a la semana. Esto no ha afectado al grupo, el motivo por el que pido privacidad es para evitar sensacionalismos, y cuando se mira por los huecos de las verjas se pueden ver estas discusiones. Me siento decepcionado, sacar esto hace daño al Valencia, a la afición y al equipo, esto no ayuda pero no es algo que puedas parar".