El Valencia CF tiene lateral derecho de futuro y se llama Xavi Estacio. A sus diecisiete años, el futbolista de Manises se ha convertido en uno de los activos más cotizados de la Academia en su posición con vistas al medio y largo plazo. El valencianista, de trayectoria silenciosa hasta la fecha, irrumpe con fuerza por su rendimiento en el Juvenil A y está a unos días de afrontar su primer gran desafío, el Europeo Sub-17 que se disputará entre el 2 y el 20 de mayo en Inglaterra, donde intentará tomar el testigo de Ferran Torres y Hugo Guillamón del torneo en su anterior edición. La confianza de los técnicos de la RFEF en torno al valencianista es total. Fijo desde la base -fue reclutado en una de las preselecciones Sub-15 siendo cadete de primer año-, Estacio fue protagonista en dos de los tres partidos de la Ronda Élite disputada hace algunas semanas en la República Checa y a priori gozará de un estátus de titular en el equipo de Santi Denia.

La continuidad que ha tenido desde su llegada a la Rojita y sus actuaciones han impulsado su desarrollo, al punto de convetirse en pieza básica para la generación 2001. Es el momento de apuntar su nombre y seguirlo de cerca en las próximas semanas porque un buen Europeo podría lanzarlo a otra velocidad, tal como ha ocurrido ya con Ferran y con Hugo. Los técnicos de Paterna definen a Xavi Estació como una mezcla de poderío físico-técnico y raciocinio. El futbolista, que llegó a Paterna en siendo benjamín procedente del Atlético Manisense, es pura potencia; un auténtico cohete por la derecha que a lo largo de su trayectoria por las categorías inferiores del Valencia CF ha repetido de forma natural una jugada que ha asumido ya como sello personal: la carrera desde una área a la contraria. Esa capacidad la tiene. Tanto, que en la Ciudad Deportiva el murmullo es habitual cuando arranca con el balón en los pies porque es sinónimo de peligro.

Grandes características

Es un jugador que va más allá del físico, está técnicamente preparado para llevar el balón controlado en carrera y tiene la la sangre fía para ponérselo con claridad a sus compañeros. No le quema la posesión y raramente falla un pase en una zona del campo comprometida. Es un jugador tranquilo y fiable. Un lateral moderno y equilibrado, en definitiva, que cuando rompe hacia adentro en ataque lanzado por el extremo es muy difícil de parar. Su salto a División de Honor ha ido a las mil maravillas, no necesitó muchos partidos para hacerse con la titularidad. Cada paso que da es un paso seguro. Como dicen, tiene más potencial del que él mismo cree. Serbia, Países Bajos y Alemania le esperan en unos días.