El Mestalla logró ayer una contundente victoria en su estreno en la categoría de bronce. Arrancó el Ebro con más fuerza ante un Mestalla al que le costó entrar en el partido. La presión alta del conjunto aragonés cortocircuitaba la salida de balón de los chicos de Miguel Grau, que tuvieron que recurrir a los saques en largo del portero Cristian Rivero hacia Uros Racic, que siempre estaba marcado por dos rivales en estas situaciones. Sin salida de pelota, los primeros 10 minutos fueron de dominio visitante, aunque el conjunto dirigido por Manuel González apretaba pero no ahogaba. Le faltaba claridad en el pase final y la dupla de centrales del VCF Mestalla se anticipaba a todos los balones.

El Mestalla se quitó toda la presión de un plumazo de la mano de Álex Blanco. El joven extremo armó un contraataque que metió el miedo en el cuerpo a los maños, que desde ese minuto 12 dieron un paso atrás y formaron con un 5-4-1 para cerrar los pasillos interiores del Mestalla. Ante la imposibilidad de hacer daño por dentro, Álex Blanco asumió la responsabilidad y de sus botas nacieron las mejores oportunidades, con dos jugadas de mérito en los minutos 15 y 28. El gol inicial del Mestalla estaba al caer. El Ebro se encerraba cada vez más y el filial valencianista asumía cada vez más control de la pelota, hasta que en el minuto 31 llegó el primer gol de la temporada para los de Miguel Grau. Fran Navarro ganó un balón dividido de cabeza que encontró a Sito acostado en el perfil izquierdo. El extremo de Alcoy se escurrió por el flanco izquierdo, dejó atrás a su par y metió un balón envenenado al corazón del área hacia el desmarque de Kangin Lee. La pelota, tras rebotar en Ferrone, acabó batiendo al portero y colocando el 1-0 en el marcador.. El gol dejó aturdido al Ebro, que veía cómo su planteamiento del partido no era el adecuado.

La segunda parte solo tuvo un color, el blanco del Mestalla. El filial valencianista se hizo amo y señor del partido, con un gran trabajo de Miki Muñoz y Uros Racic en la medular, apoyados por la calidad de un Kangin Lee que se movió con mucha libertad a la espalda de los centrocampistas rivales. El grupo dirigido por Miguel Grau llegaba cada vez con más claridad y fue en el minuto 71 cuando marcó el segundo y definitivo gol. Fue el extremo Álex Blanco en jugada personal, para poner el broche a su gran partido. Recogió una pelota muerta en el perfil derecho del ataque, tiró dos quiebros hacia la izquierda y conectó un zurdazo imparable a la escuadra de la meta defendida por Salva, que nada pudo hacer. Los visitantes tiraron de casta y mandaron un balón al larguero en una falta directa, pero el Mestalla controló la pelota y cerró el partido, dejando los tres primeros puntos en Paterna.