Jeison Murillo está fuera, otra vez. La lista contra el Rayo Vallecano era muy importante para el futbolista, en presente y en futuro. El central tenía la convocatoria subrayada en el calendario y la ausencia le ha dejado tocado. Después de unos días de reflexión, aprovechando las fechas por los partidos de selecciones, Murillo arrancó la semana con un objetivo: conquistar una oportunidad. La idea era y es demostrar que puede sumar en el Valencia CF. El problema es que esa ocasión para reivindicarse nunca llega. Se siente arrinconado y la sensación de agravio se ha recrudecido un poco más tras lo sucedido en la previa. Jeison se volvió a caer de los planes de Marcelino, pese a que Garay sufre molestias -por un golpe durante el entrenamiento- y Gabriel está en 'observación' por el mareo del jueves. La convocatoria es de 19 porque Kondogbia y Gonçalo Guedes tampoco están al 100%. Con Piccini sin ritmo, Diakhaby y Gonçalo GuedesPicciniDiakhabyRúben Vezo. La operación está clara: Murillo es el quinto central. Sucede así desde la pretemporada. Una situación difícil de comprender y de digerir para el colombiano.

Jeison no arroja la toalla, pero los hechos no dejan lugar para las dudas. El míster le ha descartado por motivos técnicos en siete ocasiones, sólo ha jugado tres partidos (Juve, Celta y Ebro). En el contexto actual, Murillo no puede desmotrar nada sobre el césped. Darle la vuelta a la situación es imposible. No se siente respetado. No tiene lo básico: confianza y un mínimo de continuidad para dar rendimiento. Nada es irreversible, porque la realidad del fútbol es cambiante, pero la tensión entre las partes está aumentando.

La puerta de salida, abierta

«La constancia en el esfuerzo siempre tiene premio y la temporada es muy larga, vamos a cumplir el primer tercio, con más competiciones en un inicio por desarrollar, la Copa, esperemos que la Champions... Hay que estar en constante predisposición para estar disponible para el técnico. Yo les ayudo, pero es obvio que el que no juega no está a gusto, se siente peor a nivel anímico, pero saber salir de ahí es un argumento favorable para ellos, deben ser constantes. Nosotros ayudamos para que sigan trabajando, no hay ninguna queja con ninguno de ellos dos, sólo puedo agradecerles su actitud con los compañeros y cuerpo técnico». La respuesta de Marcelino en sala de prensa hace referencia a MarcelinoLatotambién al resto de jugadores que esperan una oportunidad, pero la situación del lateral izquierdo y el colombiano tiene poco que ver. No participar es duro para cualquiera, pero en ese alegato a la constancia y al premio al esfuerzo, Murillo no entra.

En clave mercado, la situación es clara y Marcelino la volvió a repetir desde Paterna: «La idea será ingresar nuevos jugadores, si salen. Y la querencia de partir o irse depende de ellos, porque no estén a gusto con su situación. Si no hay salidas, no valoramos entradas, estamos satisfechos con la actitud de los jugadores que forman la plantilla». En su planteamiento público y en el cara a cara, Marcelino no es rotundo, pero la puerta de salida está abierta y Murillo siente que le están empujando hacia ella. La tesitura tiene vuelta atrás, pero hoy la solución más factible es una salida. Sólo quedan unas pocas semanas de margen.

La solución más factible pasa hoy por una cesión

Murillo espera darle la vuelta a la situación, pero si no hay perspectiva de cambio, lo natural es buscar un destino donde tener partidos y sentirse futbolista. Hoy, la fórmula más factible es una cesión. Sus ausencias han devaluado al colombiano en todos los planos, deportivo y económico. Para el Valencia no será fácil encontrar un club que presente una oferta capaz de cubrir los 12 millones de euros de su fichaje, cantidad ejecutada este pasado verano. Ya se han producido contactos, pero los interesados remiten a la vía del préstamo hasta junio y después decidir. La opción no desagrada al jugador porque entiende que mantendría la puerta abierta para un posible regreso, rodado y más fuerte. Marcelino solo le ha dado tres partidos y eso genera incertidumbre en el mercado. Los responsables deportivos dudan, preguntan por su físico. Murillo está al 100%, sólo espera tener partidos.