Ontinyent y Mestalla empataron a dos en El Clariano en un partido en el que el filial valencianista fue muy superior y en el que mereció llevarse la victoria. Kang In Lee, que fue el mejor del encuentro, salvó un punto con un golazo en el descuento y el meta onteniense, Carlos Craviotto, se convirtió en el gran héroe local en una tarde en la que el arbitraje perjudicó a los de Grau.

El partido arrancó con un Ontinyent muy metido y jugando a gran intensidad, adueñándose del esférico y adelantándose en el marcador gracias a un gran gol de falta de Tito en el que nada pudo hacer Cristian. El tanto dio fuerza a los locales que se adueñaron del centro del campo con mucho ímpetu. Con el paso de los minutos se fue relajando el arreón principal y en el ecuador del primer tiempo Kang In estallaba en el travesaño un disparo de falta desde la frontal. El Mestalla crecía en el choque de manera gradual y en el 37 Merentiel erraba una ocasión clarísima. El charrúa se topaba con Craviotto que le detenía un disparo a bocajarro para inaugurar su recital de paradas. El filial dominaba el partido.

El segundo arrancaba con una buena noticia para los visitantes, ya que Calahorro vería la roja por coger a Fran Navarro cuando se disponía a encarar al portero absolutamente solo tras un pase al espacio de Kang In. Se quedaba el Ontinyent con un hombre menos y el Mestalla apretaba las tuercas al encuentro. Seis minutos más tarde y tras asistir a una gran parada de Craviotto en el mano a mano, Fran Navarro lograba la igualada con un gran desmarque de ruptura al primer palo para conectar con el centro de Álex Blanco. El filial encontraba premio a su insistencia y arriesgaba para ir a por el segundo.

Con el Mestalla volcado en ataque, los locales lanzaban un vertiginoso contragolpe para volver a adelantarse con un hombre menos gracias al gran gol de David Torres de cabeza ganando a Javi Jiménez en el salto. Una jugada que no debió producirse nunca, pues arrancó con una clarísima patada al gemelo de Fran Navarro para robar y salir.

Los jugadores valencianistas se desesperaban con el arbitraje y no daban crédito a estar por detrás en el marcador con lo poco que estaban concediendo y las numerosas ocasiones de las que disponían. Grau movió el banquillo para agitar la contienda y pasó a defensa de tres retirando a Óscar Arroyo por Vicente Esquerdo. El cambio permitió liberar a Kang In entre líneas y entregó a Hugo Guillamón la responsabilidad de que el equipo no se partiese por el centro. El de l'Eliana cumplió con creces.

El tramo final se convirtió en un acoso y derribo del Mestalla contra un Ontinyent y un Craviotto que se hacía enorme bajo palos, atajando todos los balones parados y varios mano a mano. Y cuando parecía que todo estaba perdido para los valencianistas, Kang In Lee se sacaba de la chistera un tanto para enmarcar. El surcoreano la ponía en la escuadra con un disparo con rosca al palo largo que batía al, hasta entonces, imbatible Craviotto. Una obra de arte.