Una vez Farinós terminó de portero y también contribuyó a que el Valencia CF no lograra el gol de la victoria, otra metió cinco goles en Mestalla con exhibición aplastante del Emperador Adriano, por no hablar de la carrera de obstáculos de David Navarro esquivando patadas de los jugadores del conjunto italiano después de tratar de defender a Carlos Marchena golpeando duramente al argentino Burdisso. Hasta Kily González fue expulsado una vez por agresión.

Sea lo que sea, pero en los enfrentamientos entre el Valencia CF y el Inter de Milán siempre pasaba algo. Y el 22 de abril de 2003 no defraudó. Pasó de todo, o mejor dicho pasó todo lo que tenía que pasar para que el Valencia CF no se metiese en las semifinales de la Liga de Campeones. Con el argentino Héctor Cúper en el banquillo, el Inter de Milán tiró de catenaccio para llevarse la eliminatoria.

El Valencia CF de Rafa Benítez necesitaba remontar el 1-0 que marcó Cristian Vieri en el Giuseppe Meazza y al poco de arrancar, un error de un defensa fiable como pocos, Fabián Ayala, permitió a los italianos ponerse por delante. Había que remar mucho porque para darle la vuelta a la eliminatoria había que marcar tres goles. ¡Casi nada! Pero bien pronto la gesta pareció posible porque en el siete solo dos minutos después de marcar Vieri, Aimar hizo magia y anotó el empate. Y empezó el asedio. El Inter de Cúper era uno de los equipos poderosos de Europa pero en Mestalla le pasaron por encima. El Valencia CF de Benitez lo arrolló. No hizo un juego exquisito porque el rival puso todo de su parte para interrumpir el juego, al más puro estilo italiano, y se limitó a defenderse sin más. Cúper fue más Cúper que nunca metió a su equipo atrás, pero eso no siempre es sinónimo de defender bien, porque la realidad es que concedió mucho pero sobre todo, en el primer tiempo no se estiró en ataque ni una sola vez. Ni al contragolpe se arriesgaron los italianos a perder la posición atrás.

En la segunda mitad, sin Vieri el Inter porque el punta se retiró lesionado antes el descanso, el Valencia CF se desbocó pero cuando hubo superado por narices y juego el entramado defensivo de Héctor Cúper tropezó con Toldo. El guardameta italiano firmó una noche memorable, de esas que quedan para la historia de la Liga de Campeones y del propio Mestalla. Toldo pudo con todo, con el Valencia CF de Rafa Benítez y con un Mestalla que enloquecía y apretaba a sus futbolistas para que siguieran buscando incansablemente una nueva ocasión, una nueva oportunidad de batir al imbatible.

La parada de la noche se la hizo a Rubén Baraja. El Pipo disparó duro con la diestra dentro del área pero Toldo reaccionó como un puma. Al poco, Aimar sirvió desde la esquina y el propio Baraja remató con el alma sabedor de que no había otra forma de llevar el balón a la red. Le faltó decir, "para esa si puedes". Con el gol se desataron todas las tormentas y los de Benítez tocaron arrebato y se entregó hasta que en los minutos finales se quedó sin gasolina. Antes, el árbitro tuvo tiempo para protagonizar la jugada del partido. El italiano Marco Materazzi se lanzó al suelo desesperadamente porque Juan Sánchez se escapaba y la patada fue de aúpa. No se puede decir de la jugada que sea el penalti más claro no pitado a favor del Valencia CF porque la lista es eterna y la encabeza el agarrón y posterior rotura de camiseta de Juanito a Nicola Zigic en el Vicente Calderón, pero anda cerca de tal calificativo. Sin fuerzas ya, y desesperados por las decisiones arbitrales y las intervenciones de Toldo, el Valencia terminó claudicando. Eso sí, lo dio todo. Como debe ser.

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