"Cuando era pequeño, Ayala siempre fue una persona que tenía en la cabeza". El ídolo de Germán Pezzella tiene valor añadido en el ideal valencianista. La admiración por Roberto Fabián Ayala no es garantía de rendimiento, pero sí es un extra con mensaje. Además, viene de serie. No es postureo. Si la operación llega a buen puerto volveremos a escuchar la pregunta y la respuesta. Entre los dos centrales existen algunas semejanzas interesantes: la escuela argentina, River Plate, la experiencia en Italia, el poderío aéreo... La comparación siempre es contraproducente. El beneficio de la referencia es otra cuestión. No es descabellado pensar que Pezzella conoce -un poco, como mínimo- lo que significa el Valencia CF, donde Ayala desplegó lo mejor de su carrera: "El Ratón fue el jugador que más miraba cuando empecé a tomar noción del fútbol profesional. Fue de los mejores centrales que ha tenido la selección y estaba pendiente de él". Camino de los 29, Pezzella no es un nombre luminoso para entusiasmar, no es Otamendi, pero cuadra con uno de los perfiles que hay trazados para reformar la defensa -experiencia, fiabilidad, personalidad, complementariedad, adaptación- y encaja con otros requisitos.

Esa admiración, el entusiasmo y el hambre están en la base de la decisión que puede producir un salto en su trayectoria. El verano pasado fue cortejado por Roma y Milan, pero después de hacer balance decidió continuar en la Fiorentina, por compromiso, por responsabilidad y por vínculo emocional. Pezzella es caudillo en Florencia, el sucesor de Davide Astori, de quien heredó la capitanía en circustancias tremendas, desgarradoras. Para siempre quedará la imagen del argentino con el brazalete distinto, el homenaje a su compañero, fallecido por un paro cardiorespiratorio en marzo de 2018. Las alegrías y las penas son parte de su vida en púrpura, desde que llegó a la Fiore hace tres veranos, desde el Betis.

Vestuario y proyecto son cuestiones sustanciales para Pezzella, que siempre pondera la ambición del patrón Rocco Commisso, el corazón de los aficionados y el contexto ideal en el que se encuentra. El foco ahora está en volver a competir en Serie A (con las condiciones adecuadas) y en brindar un buen final para la gente que tanto está sufriendo por el Covid-19. Uno de sus objetivos siempre ha sido jugar en Europa con la Fiore, pero

El virus, un mal recuerdo

"Me quedé con el miedo inicial (por la incertidumbre, las opiniones distintas, las posibles secuelas), con la conciencia de que debemos ser muy cuidadosos, de que no debemos subestimar nada, valoro también el afecto de todas las personas que han estado cerca de mí, mi familia, la sociedad, todos". Pezzella recordaba así, en La Nazione, su experiencia con el Covid-19. Reflexiones con mucho sentido El defensa estuvo en casa aislado mientras su familia estaba en Argentina, contagiado en el desplazamiento a Údine, alertado por unas décimas de fiebre. "Traté de darme una gran fuerza. Entrené lo más posible, hice videollamadas con mi esposa y seres queridos. Traté de cocinar, leer, ver películas y series de televisión. No fue fácil pasar todo ese tiempo completamente solo, pero por la suerte queda en un mal recuerdo". Otra prueba superada.

* datos transfermarkt

Consciente del impacto de la pandemia, Pezzella ha aportado su granito de arena implicado en varias acciones, donando una camiseta para una subasta con la intención de echar una mano en un hospital de Bahía Blanca, su localidad natal, en el sur de la provincia de Buenos Aires.

Nacido en la cuna... del basket

Germán empezó a jugar al fútbol con su hermano, dos años mayor. Tras recorrer Argentina, Uruguay o Chile en clubes modestos, Bruno Pezzella (centrocampista) llegó a Italia en 2016 para pelear en tercera y cuarta división. La familia tiene raíces en el país transalpino, por eso, cuenta con pasaporte comunitario.

Siendo niño, el central arrancó en equipos de barrio, en Kilómetro Cinco y en Juventud Unida de Algarrobo; después pasó a Olimpo y de ahí a River Plate, con 15. Fueron ocho años de una intensidad enorme: vivir fuera de casa, avanzar con los estudios, entrar en el fútbol profesional, alguna lesión dolorosa, la pelea por devolver a River a la primera división, algunos goles importantes, éxitos, títulos... Promesa en categorías inferiores, Pezzella comenzó a rodar con el primer equipo en 2009, cuando Néstor Gorosito se lo llevó de pretemporada a Canadá. Desde entonces, lo mantuvieron en dinámica Leonardo Astrada y Ángel Cappa, con el que comparte origen: Bahía Blanca. La localidad está considerada como la capital del baloncesto argentino, ha alumbrado a un mega crack como Manu Ginóbili y otros grandes de la canasta como Alejandro Montecchia (Valencia Basket), Pepe Sánchez, Juan Alberto Espil o Pancho Jasen. Las figuras en el fútbol son Alfio Basile, Daniel Bertoni, Rodrigo Palacio y Lautaro Martínez... más Pezzella, obviamente.

Goles importantes

El central debutó en partido oficial con Matías Almeyda, el 7 de diciembre de 2011, en Copa Argentina, ante Defensores de Belgrano. Rompió el cascarón en el momento más difícil de la historia de River, cuando competía en la Nacional (segunda división). En esa etapa inicial contó con los consejos de otra figura de referencia para cualquier central argentino: Daniel Passarella, que asumió la presidencia.

2014 significó su explosión, incluso firmó goles que ayudaron a ganar títulos. Hace unos pocos días que se cumplieron seis años del remate -a pase de Lanzini- con el que decidió la Super Final. Entró desde el banquillo por la lesión de Maidana. El bloque de Ramón Díaz llegó tras haber obtenido el Torneo Final 2014, San Lorenzo -con Ángel Correa- lo hizo por haberse impuesto en el Torneo Inicial 2013.

Bajo la conducción de Marcelo Gallardo fue metiendo la cabeza en la línea de cuatro armada por Gabriel Mercado, Jonathan Maidana, Ramiro Funes Mori y Leonel Vangioni. Ante Boca, en el campeonato, también dejó otro gol bien recordado; rescató un empate... jugando de nueve. Su instinto y su salto son una amenaza para el rival en las acciones a balón parado. Otro de los más significativos lo hizo en la final -vuelta- de la Copa Sudamericana, ante Atlético Nacional de Juan Carlos Osorio, en el Monumental. Así dejó huella en la historia. Luego cayó la Recopa. Camino de la Libertadores 2015, en los primeros días de julio, dejó River por la propuesta del Betis, por el sueño de triunfar en Europa. La apuesta se le adjudica a Edu Macià.

Evolución, de menos a más

En el Betis estuvo dos años, no fáciles, con Pepe Mel, Juan Merino, Víctor Sánchez del Amo y Gustavo Poyet. Cuatro entrenadores. Quique Setién fue el encargado de dar luz verde a su traspaso (casi 10 millones de euros), rumbo al Calcio. El ciclo no fue tiempo perdido, al contrario. La experiencia personal y profesional fue sustancial para entrar con más firmeza en la Fiorentina.

En el Villamarín se mezclaron las expectativas -desmesuradas- y la transformación de un equipo recién ascendido con su desarrollo individual, con el primer salto fuera del fútbol sudamericano y el proceso de adaptación natural a las velocidades de LaLiga. En el momento de arrancar le frenó un problema físico, sufrió una goleada en el Bernabéu (5-0) y llegó a estar doce partidos sin participar, incluso no convocado. Pezzella fue capaz de reponerse entre dudas y debates para terminar como uno de los futbolistas mejor valorados, por juego, por confianza y por números. Con Juan Merino volvió a aportar goles determinantes -Sporting y Espanyol- que evitaron problemas en la relación clasificación-permanencia.

Centenario en Florencia

Sesenta partidos con River, 66 como verdiblanco y 94 en la Fiorentina. Pezzella está en un punto primordial por ascendencia y responsabilidad, cuestiones en las que ha aumentado dentro de un ecosistema con algunos puntos en común a València. En Italia ha asentado su juego y ha pulido algunas cuestiones tácticas. No es un central de grandes lujos con balón, claro que en ocasiones se descose, pero es un tipo serio en todo lo que tiene que ver con la defensa, esplendido en el juego aéreo.

Pezzella es central de selección argentina, donde forma pareja con Otamendi.También ha llevado el brazalete de capitán en un par de ocasiones. Debutó con Sampaoli, se quedó fuera de Rusia 2018, pero se ha hecho fijo con Scaloni, lo fue en la última Copa América y lo es con vistas a la clasificación para el Mundial de Catar. ¿Mejoraría la defensa del Valencia CF? La respuesta es un sí. Aquí podría sentirse cómodo y desplegar todo su potencial.

ALGUNOS DATOS

. Acudió al Mundial de Sudáfrica 2020 como sparring de la selección que dirigió Maradona.

. Con la selección Sub-20 participó en el Torneo Esperanzas de Toulon 2009 de ese año y luego en el Sudamericano de Perú de 2011, previo al Mundial de Colombia Sub-20 de ese mismo año en la camada de Nicolás Tagliafico, Roberto Pereyra, Erik Lamela o Bruno Zuculini.

. Su hermana Bárbara practica el hockey y cuenta la leyenda que su padre es hincha de Boca.

. Empezó a formarse para el periodismo deportivo, aunque lo dejó. Antes, su padre había intentado que fuese bioquímico, como él.