El Valencia CF, pese a que en el Derbi de la ciudad que abrió LaLiga el pasado 13 de septiembre vio como el VAR anulaba por manos un gol que el árbitro había concedido al Levante UD, comienza la temporada como acabó la anterior, con polémica en acciones clave en las que interviene el videoarbitraje o también las que decide no entrar. Una muestra, aquel gol anulado a Rodrigo en Valdebebas ante el Real Madrid por un inverosímil fuera de juego posicional de Maxi Gómez. Tras le partido de Vigo, las hostilidades arrancan de nuevo bien pronto, en la jornada segunda del campeonato.
El Valencia CF, de hecho, es uno de los equipos de LaLiga que salen más perjudicados por las intervenciones del videoarbitraje desde que se instauró esta tecnología en la temporada 2018/19. No es la primera vez que el club se queja por un trato que considera desigual y sospechoso. De fondo, las discrepancias que ha tenido el club con la Federación Española de Fútbol desde hace meses, primero por la decisión unilateral de cambiar el formato de la Supercopa de España privando al equipo de jugarse la final contra el Barcelona, derecho que ambos equipos habían ganado en el terreno de juego.
Y después, para colmo, por el reparto realizado por la RFEF de los ingresos del torneo que se disputó en enero en Arabia Saudí. Un asunto que sigue coleando y por el que el Valencia presentó en el mes de junio una demanda por daños y perjuicios.
