El caso de Mikel Merino insiste en la importacia de los procesos, del valor de cada paso, de elegir bien los sitios. Hoy, no hay duda de que es uno de los futbolistas más completos de LaLiga y del fútbol español. El centrocampista navarro está comenzando la temporada dando continuidad a la línea 2019/20. No por casualidad ha llegado a la Selección. Cada vez hace más cosas bien. En los últimos años ha abandonado el perfil estrictamente defensivo para explotar como un jugador de área a área, importante en ataque, con grandes cualidades para el pase. Tiene ritmo, tiene despliegue y tiene calidad. Para el Valencia va a ser un reto importante mantenerlo bajo control. Merino es una pieza que le vendría de maravilla a Javi Gracia. Durante el primer verano de Marcelino su nombre apareció relacionado, pero la apuesta fuerte fue Parejo. La Real Sociedad lo vio mucho más claro, más claro que el Athletic y puso 12 millones de euros para sacarlo del Newcastle, que no midió bien la proyección de Mikel.

Lo mismo le sucedió al Borussia Dortmund. Los alemanes firmaron una operación con copyright: jugador joven, con proyección, conmateria prima... pero no acertaron los pasos. Entonces ya sorprendió que ningún equipo de la zona media-alta de LaLiga pusiese cuatro millones de euros por Merino, sobre todo, después de ser figura en el ascenso de Osasuna. En Dortmund le dieron cero confianza, estaba tierno, necesitaba tiempo para adaptarse... incluso jugó de defensa central. Un desperdicio, aunque también estaba mucho más contenido. En 2019 formó parte del bloque campeón de Europa Sub-21 (jugó la final), pero perdió el sitio ante Fabián Ruiz y Marc Roca; pese a la ausencia de Rodri, con quien formó la sala de máquinas de la España que arrolló en la Eurocopa Sub-19 en 2015. La generación del 96, como Marco Asensio o Dani Ceballos. Siempre con De la Fuente al mando, por cierto.

Equipo de centrocampistas

El Madrid ha recuperado a Odegaard, pero ha cubierto la posición con David Silva. Merino parece dispuesto a aumentar el mando en ese contexto, con Zubeldia o Guevara (tremendo también por orden y despliegue) como socios en la base. La Real de los centrocampistas, ante un Valencia tieso también en ese apartado. Illarra está KO, pero están emergiendo Zubimendi, Roberto López (interior de ataque, con gol), Olasagasti o González de Zarate. Javi Gracia conoce la casa y sabe lo que le espera. «La Real es uno de los mejores o el mejor equipo que está jugando, ya no solo por plantilla. Ha incorporado jugadores de calidad y es un equipo hecho, en cuanto a movimiento defensivos y ofensivos, tiene muchas alternativas de juego, un estilo marcado, han hecho una buena base y van mejorando», analizó el míster en sala de prensa. La Real tiene nuevos talentos como Barrenetxea, líderes por consolidar y claro que han pagado la falta de experiencia, pero hay un plan y un proyecto. Desde el nuevo Anoeta a Zubieta.