No piensen que me he despistado con el titular de esta página de opinión. Es cierto que vivimos un momento realmente complicado respecto al tema del coronavirus que afecta a medio mundo, pero hoy voy a hacer un pequeño paréntesis para hablar del fútbol diario nuestro de cada día y más concretamente en el choque que vamos a tener esta noche en Vitoria ante un conjunto modesto en sus resultados, pero terriblemente peligroso siempre que juega con el apoyo de los suyos en un estadio que, como comprenderán, esta noche no se cierra bajo ningún concepto. El Valencia, por tanto, al margen de deber centrarse en el encuentro de hoy, debe tener en cuenta dos situaciones complejas pero estimulantes.

En primer lugar debe olvidarse por unos minutos -los noventa reglamentarios- de todo el tema que está sacudiendo a la sociedad en general y preocupase exclusivamente en el partido de fútbol y en el complicado rival que tiene delante. Y por otra parte, y hablando exclusivamente de temas deportivos, al equipo de Celades le toca ya reaccionar como equipo cuando actúa como visitante y empezar a sumar puntos de forma urgente si el objetivo final es el que todos esperamos y queremos, que no es otro que estar al final del campeonato de la actual Liga entre los cuatro primeros y de esa forma tener una plaza segura para empezar a disputar la Liga de Campeones la próxima temporada, consiguiendo con eso que el máximo accionista, digo de Peter Lim, esté contento por lo conseguido y más contento todavía por los euritos que estar en la Champions aporta a todos los equipos clasificados. Como pueden ver este duelo contra el Deportivo Alavés encierra en sus entrañas algo más que un simple partido de fútbol. Para la afición del Valencia CF, excesivamente castigada últimamente, este choque implicará hoy el seguir apostando por este equipo o por tirar la toalla en caso de que no exista reacción y que al Valencia le someta con cierta facilidad el conjunto de Vitoria. Como ven son solo tres puntos, pero esos tres puntos esconden en su interior mil facetas interesantes por la escuadra de Albert Celades, y para el propio Celades.

Es cierto que el Valencia CF recupera algún futbolista que no creo que salga en el once titular, pero eso es insuficiente para practicar un juego de conjunto realmente estimulante. Miren, en esta época plagada de días tristones y convulsos, no existe nada tan tonto y a la vez tan eficaz como un buen partido de fútbol y una buena victoria para recobrar moral y cierta alegría. Nos lo debe el Valencia CF a todos y yo espero que cumpla con la exigencia de luchar. Es lo mínimo que le podemos exigir.

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