Dos Valencias vimos en el partido de Vitoria. En la primera parte, con un equipo rarete y que provocó cierta sorpresa, el Valencia CF jugó rápido y bien y se llevó de calle el duelo contra el Deportivo Alavés. Pero no pasó lo mismo tras el descanso. El Valencia no jugó a nada, los cambios de Celades fueron más negativos que positivos y ese equipo que había mandado en los primeros cuarenta y cinco minutos se desmoronó y aburrió a todo el mundo tras el descanso. Para colmo, acabó encajando un gol en la única acción real del conjunto local, una jugada en la que se citaron todos los despropósitos imaginables, el posible fuera de juego de un jugador del Alavés con una defensa del Valencia CF absolutamente demencial y para culminar el infortunio del rebote en un jugador blanquinegro que dejó vendido al portero.

Una tristeza

Y realmente este era un partido para dar un paso adelante pensando en la Champions League y mirando los enfrentamientos directos que se van a dar este sábado entre los equipos que van por delante en la Liga. Pero no sucedió así y además el Valencia, como ya viene siendo habitual, contó con la desgracia de tener un árbitro en contra. En esta ocasión fue una clarísima acción de Cheryshev, que Gil Manzano se tragó de una forma nada convincente, con revisión de VAR incluida. Con ese penalti de libro el Valencia CF podía haber sentenciado el partido y quizá incluso con los cambios de Celades habría regresado a casa con los tres puntitos. Una más.Ahora la Champions

Pero el Valencia tiene que pasar página, lamentar el triste resultado final en su lucha por la Champions, pero pensar ya en ese rarete choque contra el Atalanta del próximo martes, en el que se ha anulado la presencia de público por la amenaza del coronavirus. El Valencia CF, no hay duda, lo tiene todo en contra para ese duelo, tiene un marcador a favor del Atalanta realmente potente, tiene un estadio sin afición que le apoye y tiene un equipo bajo de motivación después de un tristón empate en Vitoria que le pude alejar más de los cuatro primeros.

Otra de Guedes

Y por cierto, dije que esperaba a Guedes, quería verlo jugar y estaba convencido de que iba a estar bien en este partido. Pero no fue así. Su intervención fue raquítica y además sufrió un golpe francamente alarmante. Guedes, está claro, no arranca y eso está siendo muy negativo para un Celades que en este partido decidió cambiar cosas en busca de nuevas sensaciones, pero que también perdió en la segunda parte todo el orden y concentración que sí había demostrado en los primeros cuarenta y cinco. Y lo triste es que así la clasificación para la Champions se aleja.