"Hasta nunca. Me voy", fueron sus últimas palabras. Y lo hizo. Se fue. Santiago José -Chago-, como lo llaman todos en casa- dejó en casa teléfono, llaves, documentación y dinero. Desde el pasado mes de septiembre lo buscaban sin descanso. Durante cuatro meses su familia buscó sin cese al joven desaparecido. "No me van a volver a ver". Lo cumplió. Dejó de estar.