Luis Rubiales fue elegido presidente de la Real Federación Española de Fútbol en mayo de 2018, cinco años al frente del máximo órgano del fútbol español. Y del cielo al infierno. La polémica rodea a Rubiales casi desde el principio de su mandato. La última, el escándalo de un beso. Mañana, el día. Convocada Asamblea de la Federación. Con denuncias acumuladas y con mucha presión, también del Gobierno. Rubiales en el filo en demasiadas ocasiones. El contrato de la Supercopa de España con Arabia Saudí, con multimillonaria comisión de por medio de Gerard Piqué se encuentra en la Fiscalía Anticorrupción. También fue denunciado por grabar conversaciones privadas con altos cargos del Gobierno, por cobrar ayudas para pagar su residencia e incluso su propio jefe de gabinete, además familiar, lo denunció ante la fiscalía por el supuesto pago de fiestas privadas a cargo de la Federación. Y para él la sensación de injusticia. Luis Rubiales se queda sin cargo tras un triunfo histórico de ellas, tras este comprotamiento ampliamente ya definido. La presión se lleva a quien hasta hoy no pensaba ni de lejos en la dimisión.