Derbi autonómico a una semana del inicio liguero

El cuadro levantinista y el combinado amarillo cotizan al alza en pretemporada y quieren demostrarlo ganando a pocos días de la hora de la verdad. Mientras, siguen pendientes del mercado

Albiol y Roger, durante un derbi

Albiol y Roger, durante un derbi / Francisco Calabuig

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El arranque de la competición liguera empieza a coger temperatura y de ello son conscientes Levante y Villarreal, que tienen la cuenta atrás activada para iniciar una temporada 22/23 llena de emociones. Mientras Europa sigue siendo el horizonte en La Cerámica, la cima del ascenso es la máxima prioridad en Orriols después de perder la categoría. La oportunidad de rehacerse de un tropiezo cargado de errores por subsanar. Sin embargo, los detalles que quedan por pulir se limaran en los últimos coletazos de la pretemporada, delante de un Villarreal que tiene decidido dar un paso hacia adelante en el nuevo curso. Con aspiraciones opuestas, azulgranas y amarillos buscarán tener sensaciones positivas, que les aúpen a un estado de mayor confianza y que ratifiquen que el trabajo que están realizando durante la preparación es óptimo. Todo sea por una buena temporada en ambos bandos.

De hecho, los resultados que están cosechando invitan al optimismo. El Levante, salvo en su amistoso contra el Getafe, ha salido victorioso en todos sus compromisos. Y el Villarreal también ganó todos sus compromisos salvo el primero, frente al Sporting de Lisboa, y el último, ante el Fulham. No obstante, los de Unai Emery van más rodados. Pese a ello, los pupilos dirigidos por Mehdi Nafti transmiten optimismo, ganas e intensidad, tras confeccionar una plantilla donde, a falta de configurar salidas, cuenta con potencial ofensivo después de los aterrizajes de Wesley Moraes y Joni Montiel. Femenías para la portería, Álex Muñoz para la zaga e Vicente Iborra no solo para el medio, sino también para transmitir levantinismo, son las caras nuevas restantes de un Levante que se moldea con un único objetivo: subir a Primera División.

A 57 kilómetros de la capital del Turia, el cuadro de Unai Emery se cuece a fuego lento. Moviendo las piezas de manera estratégica y esperando salidas. Sobre todo, tras aprovechas las oportunidades de mercado de José Luis Morales y Pepe Reina, ambas sin mirar el DNI, y adquirir a Kiko Femenías. A la espera de que las negociaciones con Lo Celso y Cavani lleguen a buen puerto, el cuadro amarillo busca nuevos referentes. El sentimiento de pertenencia es distinto tras las marchas de Mario Gaspar, Asenjo, Iborra y Moi Gómez.