El técnico utrerano pasa revista a la situación en la que se encuentra el equipo y pone el acento tanto en la «intensidad» para lograr los objetivos como en la necesidad de encontrar una línea de rendimiento más regular con la que evitar posibles sobresaltos desagradables.

-En Isla Canela, en nuestra primera entrevista, le pregunté por los dos goles de 32 disparos en el entrenamiento de aquel día. Cinco meses después, estamos en las mismas.

-Me acuerdo de esa pregunta. Lo que pasa es que también es cierto que ése es el ´problemilla´ que tenemos todos quitando tres o cuatro equipos entre los que incluyo al Sevilla, que se ha gastado 6 y 8 millones de euros en dos futbolistas. Los demás estamos todos parejos. Lees y todo el mundo está buscando delanteros porque es difícil y cuesta mucho dinero. Lo importante es que los goles que hagamos los tenemos que rentabilizar y ser un equipo que mejoremos en otros conceptos. Que nos nos marquen por ejemplo a balón parado, ahí nos tenemos que hacer fuertes. El gol va a venir, pero es un mal y esperemos confiar en la gente que tenemos. Ahora está claro que es Barral, pero nos pasa como con Nikos o Ángel, que no ha tenido mucho protagonismo y a lo mejor tiene más ahora.

-Enchufar a David Barral, que ha llevado mal su suplencia, ha sido positivo. Ahora hay que hacerlo con Babá.

-Con Babá estamos haciendo trabajo porque después del diagnóstico de los médicos estábamos preocupados pero no hay una lesión de cirugía y ya está haciendo un plan específico de su zona abdominal mañana y tarde. Nos tiene que ayudar, sabe que lo necesitamos y él al Levante y a sus compañeros para hacer una buena temporada. Barral lleva mal la suplencia, pero como todos.

-Lo de Barral se lo decía en clave positiva.

-Es verdad, positiva. Si tu ves los entrenamientos su nivel de exigencia, luego es verdad que un profesional entrena para jugar y estar preparado para cuando su entrenador crea. Otro más como Nikos o Simao, que no empezaron pero a base de trabajo y hacer lo que tienen que hacer, entrenar cien por cien para eso, dicen ´ahí estoy y ahora me tienes que quitar´.

-En pretemporada hablaba de la necesidad de hacer un equipo. Tras pasar varias fases y muchos cambios de posición, ¿ha dado con la tecla, tiene el Levante ya su sello?.

-Vamos en la línea. Un equipo no se consigue en cuatro meses. Un entrenador llega a un equipo e indirectamente aquí a los jugadores los conocemos de enfrentarnos, ver videos, pero una cosa es lo que has visto y otra el día a día de todos los entrenamientos. Lo que tienes que hacer es recopilar información de los futbolistas y darle vueltas de dónde sacarles máximo rendimiento. Estamos viendo a los chicos de abajo, una cosa es la información que recibes y otra cuando los ves competir y piensas que a medio o largo plazo pueden ser importantes. Estoy contento con el trabajo de todos y somos los que tenemos que intentar conseguir el objetivo. Somos 13-14 equipos parejos y debemos mantener la confianza y también jugar con esa intensidad y que no tengamos desgracias en cuanto a lesiones de largo tiempo. Ahora estamos en la cuenta atrás, lo viví el año pasado. Una experiencia durísima en el Mallorca, lesiones de seis meses, y nos costó muchísimo.

-Precisamente en el Mallorca se quedó clavado en una cifra de puntos. Las estadísticas son frías, pero la comparación es inevitable...

-Aquella racha fue cuando la desgracia de las lesiones. Ahí tuvimos que improvisar, y eso es complicado en la competición. Este año no ha sido ahí porque en ese momento sí estábamos todos, ahora es cuando más lesionados podemos tener. También lo he dicho varias veces, los equipos somos racheros. Todos, quitando Madrid, Barcelona y Atlético. El Villarreal se ha podido unir un poco, pero el Sevilla, el Granada, el Elche, todos, desde ahí para abajo, la misma Real Sociedad, el Athletic, somos equipos racheros.

-Por las buenas sensaciones a raíz de la segunda parte del Elche y en el Calderón, ¿tocó alguna tecla?

-Estuvimos trabajando muchísimo en vídeos para trasladar al campo lo que éramos. Guste más o menos debemos ser un equipo intenso, presionante, que defensivamente sea rocoso y difícil de meternos mano, porque el gol va a venir. Tenemos gente con velocidad. Que tenemos que generar más ocasiones, sí, pero tenemos gente rapidita y debemos insistir y mantener una regularidad en ese concepto. Si hay altibajos de comportamiento, lo podemos pasar mal.

-El vestuario hizo autocrítica y muchos jugadores reconocieron la falta de intensidad. ¿La ha hecho usted?

-Claro, cuando en el equipo no tenemos intensidad qué duda cabe que también hay que meter al técnico. Lo importante es que sepamos que somos un equipo que debemos jugar con esa intensidad, mejor o peor, pero con ella. A partir del día del Granada nos costó, luego aún en esa racha hubo partidos en los que el equipo no estuvo mal. Ante el Athletic supo competir y estuvo con esa intensidad, inclusive en Getafe aun siendo un partido no bueno.

-Después de haberlo intentado enchufar por activa y por pasiva, ¿se arrepiente de haber sido tan benévolo con Lell y haberlo alineado de titular tantas veces?

-Tampoco ha jugado tanto. Tu tienes que darle, pero el futbolista es el que se pone y se quita. Un entrenador quiere ganar y le da igual hacerlo con el que sea y se lo digo a los jugadores, lo que quiero es intensidad. Es un tema que esta ahí, el club lo está manejando bien y vamos a esperar que pasen estos días.

-¿No va a jugar más?

-Bueno, esa pregunta no la puedo contestar, el tiempo si seguimos juntos ya dirá... (ríe)

-Bueno, interpreto su sonrisa... Cuando llegó en verano se hablaba de un proyecto de cantera y lo cierto es que con usted han debutado ya dos chavales e incluso Camarasa da la sensación de que va a tener recorrido a corto plazo.

-Sí, es un jugador que tienes información, lo tienes en el trabajo que hemos hecho de tecnificación y te das cuenta de que es una esponja, asimila lo que se le dice, se adapta a los compañeros y su adaptación está siendo rápida, la prueba es que ya ha jugado. La pena es de Jason, que tenía un problema de pubis y ese tipo de cosas... Además, tiene un estado de ansiedad, quiere agradar, también cuando juega en el B quiere destacar y sin estar al cien por cien.. Luego hay otros chicos que estamos siguiendo y el club ya los ha renovado. El Levante está trabajando muy bien la cantera dentro de sus posibilidades y el futuro en ese aspecto es agradable porque hay chicos que a medio plazo pueden estar jugando en el primer equipo.

-Las sesiones de tecnificación son muy discontinuas. ¿Es porque se ha centrado más en el primer equipo durante la mala racha?

-No, es el tema de Copa, chicos que queríamos con el tema de las selecciones... Ese tipo de trabajo lo tenemos programado con ellos. Inclusive aun no teniendo esos entrenamientos hemos estado dando charlas a los técnicos de las categorías inferiores (Luci y Luis Llopis), y por tanto sigue igual. Pero no tiene nada que ver. No podemos estar en función de los resultados si son positivos o negativos.

-Se lo pregunto porque de momento sólo tiene contrato hasta junio...

-Sí, pero a mí eso no me quita el sueño.

-Pero se le van a pedir cuentas por lo que haga con el primer equipo...

-Sí, a juzgar, pero también es una forma de estar metido, no tiene nada que ver con la mala racha de resultados.

-Manolo Salvador ha reconocido que el objetivo número uno en el mercado de enero es un lateral derecho.

-Sí, estamos ahí buscando y bueno. Pero claro, somos un club, y tu lo conoces mejor que lo puedo conocer yo, que debemos esperar y valorar las cosas, pero qué duda cabe que sí, lo estamos buscando.

-Trabajan muy de la mano, ¿verdad?

-Sí, y telefónicamente, la relación de Manolo, Quico y mía es superfluida, superfluida de comer, hablar y cenar.

-El resto de posiciones dependerá de las salidas, aunque no sé si usted ha detectado alguna otra necesidad.

-Estamos ahí también, pero qué duda cabe que también hay que ver el mercado. La experiencia que tengo es que el futbolista de diciembre, si no lo conoces ni él el fútbol español, la probabilidades de éxito son pocas. Un futbolista de otra Liga te llega a mediados de enero, tiene que buscar casa, si trae a la familia, si no la trae y se lo está pensando, el fútbol, el equipo este año en mayo ha terminado... Hay que tener ese matiz, conocerlo muy bien porque el jugador sí requiere un tiempo; el entrenador ya va en la profesión, pero el jugador lleva un tiempo, si conoce el idioma, la ciudad...

-Es complicado, porque el mercado del Levante está ahora sobre todo en el extranjero.

-Venir aquí, traerte a un jugador que no conozca la Liga, es difícil...

-Nong o Gomis son un ejemplo de eso, pero en verano.

-Es difícil, familias, hijos, colegios, una triple preocupación: la tuya como profesional y la de todo padre de que los hijos estén bien adaptados, tu compañera... En julio tienes tiempo, pero ahora es difícil y eso hay que valorarlo.

-En su opinión hay jugadores válidos en Segunda División B, pero ¿ese salto de dos categorías se puede dar ya en enero?

-Sí, te voy a contar. Toquero pasó una categoría: en el Athletic lo cedimos al Eibar con la condición de que en diciembre podíamos cogerlo y a mí me ha pasado con otros futbolistas. A Bodipo lo firmamos del Isla Cristina en Tercera y en diciembre lo incorporamos y fue un auténtico refuerzo. Un jugador de Segunda B que tenga condiciones, que físicamente esté bien, puede pegar perfectamente el salto arropado por todos sus compañeros.

-Respecto al contacto con Manolo y Quico, ¿cómo va el feeling del que hablaba como condición para renovar?

-Muy bien, pero no de la renovación. La renovación, mira: en el fútbol hay que ganar y conseguir objetivos, lo demás cuando se gana el partido y demás ya es cuestión. Ahora ni al presidente y al director deportivo les gusta que les hagan esa pregunta, ni a mí me gusta, porque ¿en base a qué se hace una renovación?.

-Pero entenderá que se la haga. Cuando usted estaba en el Deportivo ya tenía una oferta para renovar en su primer verano, el Athetic lo firmó tres años y, eso sí, en el Mallorca no renovó hasta mayo.

-Sí, sí, sí... En Mallorca tuvimos la gran fortuna de que en el último partido teníamos opciones de meternos en UEFA, lo que ocurre es que nos tocó el Madrid. Lo dejamos y no firmamos hasta el final.

-Sé que le incomoda la pregunta, pero los plazos los pusieron ustedes: Manolo dijo en octubre que no tardarían en sentarse y usted mismo en verano habló de «tres o cuatro meses».

-Sí, pero tenemos que intentar conseguir puntos. Lo que sí que digo y con la boca grande es que estoy muy a gusto aquí, disfrutando entrenando y eso es lo más importante para los técnicos. Yo el ego, si alguna vez lo he tenido, se me ha pasado. Está claro que va en las edades y cuando estás varios años en Primera y consigues algo te crees que eres el ombligo del mundo, pero a mí eso ya se me ha pasado. Lo que quiero es disfrutar, estar en un club donde hay buena fluidez en cuanto a comunicación, donde uno vaya a entrenar con las limitaciones que se tienen pero bueno, eso ya forma parte de la profesión.

-Lo del ego lo comentaba ya en verano, pero usted es un entrenador todavía con mucho recorrido. Está en el mercado, de hecho está cambiando de agente ahora. Vamos, que Joaquín Caparrós no se va a acabar en el Levante, sea este año u otro.

-Sí, yo estoy, espero estar muchísimos años en el fútbol. Cada semana estoy intentando aprender, mejorar. Me considero mejor entrenador que hace dos años. Ahora lo que hay que hacer es conseguir resultados y el tiempo dirá.

-Por su perfil más alto, sabe que este es un club familiar...

-(interrumpe). Sí, muy familiar, me encanta el club por eso, porque me recuerda mi época del Recreativo, donde nos juntábamos. Bueno, y los primeros años del Sevilla, que nos juntábamos con Monchi y el presidente y hablábamos las 24 horas de fútbol intentando mejorar en todas las áreas. Y a mí eso personalmente me agrada porque vengo de abajo y siempre he tenido esa comunicación con los presidentes.

-¿Ha cambiado algún hábito por esa familiaridad? Llama la atención que pase menos tiempo en el club que sus antecesores.

-¿Menos tiempo en qué sentido?

-Menos tiempo físico en el club.

-Bueno, creo que la relación que debes tener en el club es el tiempo que estás aquí, ¿de qué vale estar más tiempo si luego tu relación no es...? Cuando estamos aquí desde los utilleros, servicio médico, fisios, tenemos una buena relación, porque para mí es muy importante y la cuido todos los días. Pero si estoy aquí más horas y al final no dirijo una palabra a nadie yo creo que al final es hasta negativo.

-¿Le sorprende la exigencia sobre el equipo? Pese a la humildad, la afición esta temporada le ha pitado.

-Todo el mundo vamos creciendo y todo el mundo, lógico, nos tiene que apretar. En ese sentido la afición es muy conocedora de los objetivos que tiene, siempre hay un noventa por ciento de aficionados que coincide con los objetivos que tiene; en otros equipos está más dividido. Es señal de que el club va creciendo y bueno para la entidad.

-Le preguntaban recientemente si estaba escarmentado de su experiencia en Suiza y contestaba que no ha cerrado la puerta a volver al extranjero.

-En absoluto, fue una experiencia dura, muy fuerte, pero donde ya lo he comentado, me consideré entrenador en una faceta donde era en España impensable, pues aquí se sabe lo que tienes que hacer, pero vas a otro sitio y te hacen ver que no es así y tiene que prevalecer tu profesionalidad. Por tanto, fue bueno. Lo recogí y estoy abierto, qué duda cabe, a todo, a otra cultura futbolística, a ampliar conocimientos, a disfrutar del fútbol. Vas pasando fases e igual que el ego, pasa la parte económica y no es una de tus prioridades y gracias a Dios en el mundo del fútbol soy un privilegiado por estar tantos años entrenando. Si viene un proyecto interesante, por supuesto que estoy abierto.

-¿Cómo le ha ido a su libro en la campaña de Navidad?

-Bien, pero tampoco es un tema... Me han comentado algunos que en algunos sitios se ha agotado.

-Lo presentó en Madrid y Sevilla, pero no en Valencia.

-Lo íbamos a hacer aquí, pero no sé porqué, creo que teníamos partido de Copa, y estaba todo preparado, ¿sabes? Lo siento, pero quería darle... Te voy a contar un secreto a voces: tampoco quería en Sevilla, lo de Sevilla fue una pequeña encerrona entre unos cuantos que lo tuvieron preparado y no me quedó más remedio.

-¿Y su película?

-Bueno, eso sí que está ahí, y se prevé que para 2014 esté, sobre la soledad del entrenador. Un director, un chico joven, un guionista ya que en los últimos Goya le dieron uno... Pero tampoco, vamos a centrarnos en el Levante.