La estabilidad financiera del club permite a Quico Catalán poner a disposición de Manolo Salvador y Rubi cerca de 2´5 millones de euros de cara a la inminente apertura del mercado invernal. Esa es la cantidad que ahora mismo tiene de margen el Levante respecto al límite salarial de La Liga, que incluso podría ser algo superior en caso de que se produzca alguna salida en el mercado invernal. El presidente sabe de la necesidad de apuntalar la actual plantilla y no quiere escatimar esfuerzos para amarrar la salvación.

A falta de descubrir de cribas las opciones del mercado y descubrir su identidad, el director deportivoreconoció ya hace dos semanas que la «prioridad» es el fichaje de un central. La lesión ocular sufrida por Trujillo y la debilidad exhibida en defensa han llevado a los granotas a la búsqueda de un zaguero comunitario y de perfil diestro; en esos parámetros encaja por ejemplo Erik Cabaco, del Rentistas uruguayo, ofrecido recientemente.

Rubi ha afirmado públicamente que será después del partido en el Calderón cuando se definan otras necesidades, empezando por el ataque. La lesión de rodilla sufrida por Casadesús, de baja dos meses, refuerza la posibilidad de que se incorpore otro atacante a la plantilla en fechas venideras.

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Prioridad al fichaje de un central