Pese a que tras la derrota en Córdoba ya no es uno de los tres invictos en la Liga 1|2|3 (Lugo, Mirandés y Reus), el Levante sigue liderando la clasificación empatado a puntos con un Zaragoza al que una semana antes apabullaba en el Ciutat. El primer revés de los de Muñiz ante uno de los que se perfilan como rivales directos no empaña un arranque de curso ilusionante, aunque sí que ha servido para corroborar las palabras del técnico, que venía avisando por activa y por pasiva de lo largo y duro que va a ser el camino.

El Levante jugó posiblemente los peores 45 minutos de la temporada durante la primera parte, en la que se vio superado por un Córdoba que fue el primer equipo que le marcaba un gol de jugada y al mismo tiempo el primero también que lo dejaba a cero pese a las oportunidades que Roger o Rafael tuvieron para haber batido a Kieszek. La mayoría de esas situaciones llegaron en la segunda parte, cuando con los cambios el equipo se revitalizó. Pese a que en la Copa contra el Cádiz los menos habituales, muchos de ellos con escaso rodaje incluso de entrenos, estuvieron lejos de cuajar, lo cierto es que en El Arcángel tanto Montañés como Rafael y Lerma fueron de los destacados. Su buena aportación saliendo del banquillo confirma que el nivel de competencia es bueno, algo de lo que se viene presumiendo en una plantilla con dos jugadores como mínimo por puesto y en la que Muñiz, no sólo de cara a la galería, ha declarado varias veces que las prestaciones no bajan con independencia de quien juegue. De acuerdo con sus palabras, la derrota en Córdoba unida a una semana cargada con la visita del filial del Sevilla el miércoles y el desplazamiento a Elx el próximo sábado puede propiciar algún cambio en el once. El equipo tipo, aunque van apenas cinco jornadas de Liga y en Cádiz ya hubo rotaciones, ha ido acumulando minutos.

Pidiendo paso en Córdoba

El concurso de Montañés, al que le ha costado cogerse, le sirvió para ser el mejor de los granotas en Córdoba. El castellonense es una alternativa para el costado izquierdo, aunque eso obligó al cambio de pierna de Morales y a la retirada de un Jason esta vez apagado pero convertido con dos goles en una de las revelaciones de la temporada. Es uno de los grandes candidatos a meterse en el once para darle un impulso. Rafael es otro. El brasileño, que se ha quedado a la sombra del goleador Roger, no ha jugado todavía ni un minuto como delantero centro. Perdió el pulso con el de Torrent en pretemporada, pero es aun así una de las grandes balas en la recámara. Con su entrada afiló el ataque y favoreció al propio Roger y a Espinosa. Le faltó, eso sí, culminar mejor alguna de sus oportunidades.

En la competencia feroz que existe en la medular, con Insa intocable pero Campaña muy condicionado por el físico y errático (su puñetazo al banquillo fue paradigmático) parece que la hora de Lerma se acerca. Al colombiano le han pasado factura los Juegos Olímpicos para acoplarse tácticamente, pero es uno de los grandes activos de la plantilla y en el rato que tuvo el sábado demostró que está para jugar. Muñiz, desde luego, tiene mimbres para que la competencia no baje ni un ápice.