En Orriols están convencidos, como si fuese una profecía, de que en una competición tan larga como es la Segunda llegarán las vacas flacas. Un periodo de carestía en el que se encadenen varias jornadas sin ganar y por el que habrá que pasar se quiera o no. Sin embargo, lo que quedó claro contra el Mallorca es que ese supuesto bajón está lejos de llegar. Y que si finalmente lo hace habrá que ver con cuantos puntos coge a un Levante que tras diez jornadas es más líder que nunca. Con los tres de este sábado son ya seis los puntos que le saca a su inmediato perseguidor, el Lugo, al que el Getafe de Bordalás pegó el susto en casa.

No se deja sorprender el Levante y menos todavía en el Ciutat, donde impera la ley del más fuerte, la de un equipo que camina con paso firme. El equipo gana y convence, aunque también lo hace desde el sufrimiento. Pasa apuros, pelea cada palmo del terreno y a la hora de la verdad cuenta con una enorme variedad de recursos. Con Chema no sólo tiene a un defensa de campanillas, sino a un implacable cabeceador. Y cuando no le alcanza con los titulares, ahí están al quite los reservas. Rafael, jugando junto a Roger, revolucionó el partido con su entrada y al gol que le quitaron de la boca en su primera acción de peligro le pegó la dentellada Lerma en la siguiente. Escorado a la izquierda, el colombiano descargó un trallazo que se coló por la escuadra. Sarver tiene mucho dinero y le ha comprado al Mallorca buenos jugadores, pero con lo que tiene ahora mismo no hay color.

Lo que tiene hacerse mirar el Levante, eso sí, es lo de empezar los partidos con el pie cambiado. Una costumbre peligrosa que le acaba costando disgustos como el del gol de Ansótegi. Un latigazo al cuarto de hora que perfectamente pudo ser antes en una de las combinaciones con las que se desperezó el Mallorca. Por suerte, salvo en Córdoba, entre las virtudes que adornan al Levante siempre está la de ser rápido para sacar la aguja del costurero y remendarse. Es verse por detrás, con los dedos marcados en la cara, y devolver la torta. Nada de poner la otra mejilla. Una carrera por aquí, un pase bueno por allá, córner y empate en cuestión de cinco minutos. Obra de Chema, cuya lesión en la segunda parte permitió ver a otro buen defensa como Saveljich, secundario por ahora de lujo. A la salida de un córner, el excapitán del Alcorcón remató de forma inapelable. Estaba, eso sí, más solo que la una.

La Segunda es una categoría de desgaste, de ganar metros palmo a palmo, de sufrir, de explotar la estrategia y también de cantar victoria en el intercambio de errores. El que más comete lo paga y en eso no hay duda de que el Levante, líder indiscutible, está sacando ventaja jornada a jornada. Muñiz, que volvió a demostrar que se lo piensa poco para mover el once de inicio y meterle luego mano sobre la marcha, permite pocos. El goleador Jason y Espinosa, que se ha ido apagando, fueron los sacrificados de inicio en lugar de Montañés y un Verza al que está intentando enchufar a la fuerza. Tras el descanso le tocó el turno Lerma y Rafael, determinantes en la remontada. Suma y sigue hacia Primera División.

- Ficha Técnica:

2. Levante: Raúl Fernández, Pedro López, Postigo, Chema (Saveljich, m.67), Abraham; Natxo Insa, Verza (Lerma, m.46), Campaña (Martins, m.57), Morales, Montañés y Roger.

1. Mallorca: Barrero, Campabadal, Ansotegi, Héctor Yuste, Company (Pleguezuelo, m.46); Culio, Damiá (Lekic, m.68), Juan Domínguez, Moutinho (Salomao, m.76), Lago Junior y Brandon.

Goles: 0-1, m.13: Ansotegi. 1-1, m.18: Chema. 2-1, m.60: Lerma.

Árbitro: Arcediano Monescillo (C. Castilla-La Mancha). Amonestó por el Levante a Abraham, Natxo Insa y Lerma, y por el Mallorca a Brandon, Culio, Héctor Yuste y Juan Domínguez.

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de la Liga 1/2/3 disputado en el estadio Ciutat de Valencia ante 11.871 espectadores.