Opinión

Orgulloso del Valencia de Baraja: asco de fútbol

El partido del Valencia en Barcelona es una buena muestra de cómo está siendo la temporada: corazón, fútbol, ideas claras...

Baraja

Baraja / JM LÓPEZ

Todos los valencianistas podemos, y me atrevería a decir que debemos, estar orgullosos del Valencia de Baraja. Vamos a entrar en las últimas cinco jornadas de Liga con opciones reales de jugar Europa, de luchar por uno de los puestos que permiten competir en el viejo continente más allá de nuestras fronteras, cosa que no hacemos desde hace ya casi un lustro. Los rivales son la Real Sociedad, el Betis y el Villarreal, equipos con más presupuesto y, sobre el papel, con mejores jugadores. Equipos que vienen de disputar competiciones continentales este curso y que van a tener que luchar con nosotros para intentar repetir. 

El partido del Valencia en Barcelona es una buena muestra de cómo está siendo la temporada: corazón, fútbol, ideas claras, ese punto de locura maravillosa que da la juventud, entender el momento en cada partido, mala suerte puntual en momentos decisivos y, además, una ración de arbitraje vergonzoso que permitió que se jugara “otro” partido. Penalti claro a Peter, fuera de juego claro de Fermín, amarilla no sacada a Araújo en el penalti... Madrid y Barcelona son exactamente lo mismo. Desvergüenza total por parte de los dos y por parte de los que les permiten campar a sus anchas. Y encima ambos tienen el cuajo de llorar porque al otro le regalan más. Aunque este sea otro tema, el de los dos privilegiados, también vamos a hablar de ello. Por supuesto. 

En Montjuic jugó el once titular más joven de la historia del Valencia si dejamos de lado aquel que disputó la primera jornada de Liga en 1984 y en el que sólo se alinearon juveniles; de alguna manera ese no cuenta. Sin miedo, con descaro, con personalidad, con dos de los futuros centrales de la selección española (Cubarsí es muy bueno pero también los son Mosquera y Yarek), niños en todas las partes del campo, refuerzos desde el banquillo formados en casa… ¿Que no nos dio para ganar? Eso era lo normal, aunque el lamentable arbitraje sufrido nos imposibilita saber si podía habernos dado para vencer o no. Vaya por delante que la roja a Mamardashvili no tiene discusión alguna. Nosotros somos gente normal y, sobre todo, honesta.

Estoy orgulloso de mi entrenador, de mis jugadores, del trabajo que se ha hecho desde febrero del año pasado cuando estábamos en la UVI y vino el Pipo a ponernos primero en planta y luego para mandarnos a casa a hacer vida normal. No sabemos lo importante que es todo lo que ha pasado. Creo que no lo tenemos claro. Lo mismo que Peter Lim, que si tuviera un mínimo de decencia deportiva y si esto le importara un poco menos que un carajo, haría alguna venta inteligente para equilibrar números y permitir invertir para poder tener un equipo más fuerte la temporada que viene. Dale armas a Baraja, por el amor de Dios, que te cogió cuatro críos que ahora valen varias decenas de millones de euros. 

Pero no me olvido de lo que pasó en Barcelona, porque da vergüenza, asco y mucha rabia. Barcelona y Madrid (porque son los dos) tienen un fútbol español hecho a su medida, a sus caprichos, para tapar sus debilidades, para arreglarles los desaguisados que puedan provocar en un momento determinado. ¿Va a quedar tercero el Barcelona y resultar una Supercopa de España sin los dos equipos por los que la RFEF ingresa mucho más dinero que por otros? ¿Nos pretenden hacer pasar a todos por idiotas que nos chupamos el dedo mientras vemos la vida pasar?

Un tema más antes de terminar: el Nuevo Mestalla. Centrémonos en algo que es muy sencillo, muy simple, muy fácil: lo que le pase a Peter Lim da lo mismo, y si sus acciones valen más no importa. Siempre y cuando el club obtenga sus privilegios, lo anterior no importa. El club, eso es lo que cuenta. Aún no hemos entendido que todo pasa por poner en valor la mercantil, hacerla atractiva a alguien que quiera/pueda comprarla. Todo lo demás son egos e intereses de todos los colores, nada más. Y para todos aquellos que ya anden insultando… ¡fenomenal! Sólo les diré que sí, que si un día me llamara el Valencia no tardaría ni cinco segundos en presentarme en la puerta del club. Lo mismo que haría, por otra parte, la gran mayoría en esta ciudad.

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