Al filo del descanso del partido contra Osasuna, Ricardo Costa remató con contundencia un certero envío desde el costado de Tino Costa para poner el 3-0 en el marcador. El portugués se elevó entre la maraña de defensores rojillos y fusiló a Andrés Fernández con frialdad de autómata. Un testarazo preciso que desplomó, de un plumazo, los registros goleadores „en el campeonato doméstico„ de todos los centrales valencianistas de los últimos quince años. Igualó, en efecto, los cuatro goles que firmó Patxi Ferreira en la campaña 1996/97.

Ya en la segunda parte, de nuevo Ricardo, en un acto de rebeldía remachaba un segundo centro servido por el mexicano Guardado. Se erigía así en el estandarte goleador absoluto de la línea defensiva. Llevaba más goles que Ayala, Djukic o el propio Ferreira. Hasta que el linier levantó la bandera. El colegiado resolvió posición ilegal y el portugués, entre risas, aceptó el chasco. Unos metros por detrás de la defensa rival le aguaron la eventual fiesta a Ricardo Costa. La holgada victoria del Valencia le concedió la oportunidad para volcarse de lleno en cada acción ofensiva a balón parado, donde su presencia es más que inquietante para los contrarios.

Desde el inicio de la presente temporada ha agitado cuatro veces el tanteador. Cuatro remates de cabeza que convierten la 2012/13 en su temporada más eficiente de cara a puerta en sus diez años en la élite. Tan solo una campaña, en la que hizo tres goles en Liga con la camiseta del Wolfsburgo alemán, se aproxima a sus estadísticas vigentes. Desde su llegada al club de Mestalla no había logrado ni un tanto en el campeonato doméstico, y actualmente, las dianas de Ricardo han convertido al Valencia en el equipo más goleador a balón parado de la Liga, descarrilando así al Athletic, dueño de este escaque particular en los últimos tres cursos.

El destape anotador de Ricardo refuerza su utilidad en la plantilla y le convierte, dadas las circunstancias, en un refuerzo de lujo para el arsenal ofensivo. Lleva un gol menos que Valdez. Con un gol cada 450 minutos es el mejor goleador del equipo, salvo los puntas. Aunque no sea su principal cometido, sus goles suman para lograr el pleno al quince por la Champions.