Aún sigue alucinando con el recibimiento que le tributó la gente en Requena, ahora sólo falta debutar y lo puede hacer contra el Racing, el equipo que le vio nacer como futbolista de élite. Antes pasó por la redacción de SUPER para descubrir su cara más personal. ¿Cuál es su bocata preferido? ¿Qué asignatura le atraía más en el colegio? ¿Su disfraz preferido? Sus partidas a la Play… Ahora sólo falta que el balón comience a rodar.

Juan Mata ya está luciendo la camiseta del Chelsea y deja libre el dorsal número ‘10’. Aunque se le ha reservado el número ‘16’, como ya llevó en el Real Madrid, ¿le gusta el ‘10’?

—Sí, está bien, es un buen número y bonito.

—¿Cuál era el bocadillo que más le chiflaba de pequeño?

—(Risas) Qué difícil me lo pones, ¿no? De nocilla o de chocolate.

—¿En su etapa en el colegio era de la pandilla que hacía gamberradas o formaba parte del bando de los que las sufría?

—A veces las sufrías y otras las hacías, de todo un poco. Prefiero no contarlas.

—¿Se coleccionaba cromos? ¿Cuál le costó más de conseguir?

—Sí que me gustaba y los más difíciles eran los super cracks. En la época que los coleccionaba era Zidane, los mejores eran los que menos salían.

—¿Qué asignatura era su preferida en la escuela?

—Es difícil… Economía creo. No me han llegado a gustar mucho las matemáticas, pero la economía me llamaba mucho la atención. No te puedo decir ni lengua, ni matemáticas ni filosofía, bueno, historia también. No era mucho de empollar pero me entretenía el tema de la Edad Media, cómo vivían antes y todo eso.

—¿Tiene pensado ir a la universidad?

—Sí, tengo previsto hacer algo de Económicas.

—¿A qué jugador le ha pedido algún autógrafo?

—Del Racing de Santander a casi todos, de fuera no porque no tenía la oportunidad. Tenía un amigo que su padre era el entrenador, Marcos Alonso, y a veces íbamos a verle entrenar porque después nos quedábamos a jugar en el campo. En esos momentos aprovechabas y se los pedías.

—¿Cuál guarda con más cariño?

—El de Munitis.

—¿En qué lugar más extraño ha firmado un autógrafo?

—(Piensa) Fuera de España, me sorprende que me conozcan.

—¿Les pidió a sus padres alguna camiseta de fútbol de algún equipo en especial?

—No, ellos ya me las regalaban y siempre eran las del Racing, en mi casa han sido siempre racinguistas.

—¿Qué recuerdos tiene de su visita a la Ciudad Deportiva de Paterna?

—Jugamos en el campo del Mestalla, en el Mini, eran las semifinales de la Copa del Rey en la categoría juvenil de División de Honor. En casa ganamos 1-0 y perdimos aquí 2-0, no fue muy buen recuerdo, la verdad.

—Cuando iba al campo del Racing con su padre, ¿quién era su ídolo?

—Zalazar, porque tiraba muy bien las faltas con el Racing. Tenía cinco años y él chutaba muy bien tanto los penaltis como las faltas y a mí me encantaba. Luego Munitis, Benayoun…

—¿Le ha dado el teléfono de Benayoun a Mata?

—No, no (risas), pero porque el inglés no lo tengo.

—¿Tiene alguna manía antes de los partidos?

—Sí, arranco un poco de césped, sin más. Cuando va a pitar el árbitro el comienzo del encuentro arranco césped, no sé por qué lo hago, pero desde juveniles lo hago siempre.

—En el vestuario, ¿al lado de quién se sienta?

—De Piatti y de Topal.

—Le hablarán poco…

—Qué va, sí, sí. Topal muy bien, desde que llegué me pregunta qué tal estoy, se le veía muy simpático y muy majo, preocupándose siempre. Y Piatti habla más, pero no estás todo el rato en tu sitio.

—Mata ha hecho de cicerone, una lástima su salida.

—Sí, es una lástima porque era un futbolista muy importante para el equipo. Creo que es una pena, pero también es un paso importante para él y le puede venir bien.

—¿Hablar de ser el heredero de Juan son palabras mayores?

—Sí, eso no me gusta. Mata ha hecho muchísimo por el Valencia, pero yo todavía no he demostrado nada.

—¿Cuál es su defecto?

—Tengo muchos, soy muy cabezota, demasiado y un poco rencoroso, depende con quién.

—Eso se pasa con el tiempo.

—Es verdad, de pequeño era super rencoroso y cuando me liaban una yo no paraba hasta que no se la liaba a él. Ahora me queda un pelín (risas).

—¿Cómo aprendió a hacer goles como la vaselina a Palop?

—Nunca la había ensayado. Recuerdo esa mañana que vimos un vídeo del Sevilla-Udinese, y uno se quedó delante del portero y lo comentamos. Ya en el partido iba corriendo y se me pasó esa jugada por la cabeza, no sé por qué. Pero he visto después la jugada y Palop se echa antes a un lado, entonces le pude marcar con el interior, aparte me venía bien para darle con rosca hacia dentro. Ya lo tenía en mente, vamos.

—¿El buen futbolista es aquel que imagina la jugada antes?

—Depende de la jugada, algunas necesitan darle pausa y otras te toca decidir de una décima de segundo.

—¿De qué juega Canales?

—Depende del sistema del equipo, pero por ejemplo, en el Racing no éramos un equipo que tuviera mucho la pelota y si me pones a mí en la media con sólo 17 años… pues a lo mejor ni la huelo. Cuando más vaya pasando el tiempo creo que podré jugar un poco más retrasado, porque iré echando cuerpo y cogiendo más físico.

—Y en el partido que jugó en Mestalla tuvieron más el balón.

—Sí, pero el partido en Sevilla no fue de los mejores. Ahí jugué como segundo delantero, era habitual cuando jugábamos fuera de casa, pero en El Sardinero hacía más de mediapunta. En Sevilla marqué dos goles pero fue al contragolpe, ese día nos encerrábamos atrás y a correr para arriba, era diferente. Al final todo depende del planteamiento que quiera el entrenador.

—Las circunstancias pueden llevar que su estreno con el Valencia sea ante ‘su’ Racing.

—Tengo muchísimas ganas, queremos que empiece la liga ya porque notamos el mono de jugar. Será extraño que sea el primer partido contra el Racing, pero lo importante es ganar.

—¿Sigue manteniendo contacto con sus ex compañeros?

—Sí, con casi todos. Aparte ahora con los problemas económicos y que también se está haciendo un trabajo bueno en la cantera, hay muchísimos compañeros con los que he jugado tanto en el filial como en el juvenil de División de Honor. Edu Bedia (cedido el año pasado al Salamanca), José Picón (cedido al Pontevedra), del filial han subido bastantes… el segundo portero Mario Fernández.

—¿En casa tenía algún patio para darle a la pelota o sólo era colegio?

—Vivía en un piso en una urbanización y jugábamos abajo con los amigos. Le daba más en el colegio.

—¿Quería hacer alguna fantasía con el balón? ¿Una rabona? ¿Hacer varios toques seguidos?

—No, yo correr para adelante, no soy muy de regates ni de dominar el balón, la levanto pero poco más.

—¿Qué es lo que nunca puede faltar en la nevera de su casa?

—Pues… chocolate y agua. Tomo dos o tres lonzas de chocolate al día.

—¿Eres maniático con la ropa?

—Nada, la elijo yo pero la que pille. No estoy media hora buscando y también me visto en función de lo que vaya a hacer ese día.

—En los carnavales, ¿recuerda algún disfraz especial o más curioso?

—De indio.

—¿Alucinó el día de su presentación con tanta gente?

—Sí, además era mi primera presentación y estaba muy nervioso. La verdad es que disfruté muchísimo, era increíble. Sinceramente estuve muy pero que muy nervioso, y la gente me trató muy bien y consiguieron que me relajara.

—¿Cómo puede ser que ante cien mil personas no se ponga nervioso y sí en una presentación?

—En un partido desconectas, de hecho, juegas y no te das cuenta si te están gritando, bueno, imagino que si te pitan todo el rato imagino que sí, aunque de momento he tenido la suerte de que no me pasara. Pero no te das cuenta ni de cuanta gente hay ni nada.

—Capaz de jugar en el Camp Nou ante 100.000 personas como si nada.

—Recuerdo cuando jugué allí con el Racing y no me acuerdo del ambiente, en casi todos los partidos me pasa eso. Igual hay un día que lo pasas peor o no estás metido del todo y ahí quizá sí, pero la mayoría de partidos no sabría decirte el ambiente que había. De los partidos me acuerdo perfectamente, pero de lo que se vive fuera… raras veces.

—¿Cuál es su bebida preferida?

—Agua y Nestea.

—¿Tiene un buen nivel jugando a la play? A Koke le llevaba frito…

—(Risas) Bastante bueno, porque juego bastante.

—No conozco a nadie que juegue mal a la Play.

—Es que juego mucho, con mis amigos hecho bastantes horas. Y por ponerte un ejemplo, en el Mundial de Colombia te levantabas y jugabas a la Play, desayunas y juegas, comes y juegas, meriendas y juegas… Al principio era increíble haciendo torneos por parejas, iba con Koke.

—¿Ha ganado alguna vez a Raúl Albiol?

—Jugué contra él, pero él es de Pro y yo soy de FIFA. Son muy diferentes, pero él está todo el día jugando con Arbeloa. Recuerdo que al Mundial de Sudáfrica encargaron dos camisetas de Inglaterra, él la de Lampard y Arbeloa la de Terry (risas) para cuando jugaban por parejas.

—En su círculo de amigos de toda la vida, ¿hay más futbolistas o a qué se dedican?

—El que más lejos ha llegado es Fernando, que actualmente está en el filial del Racing.

—Desde la distancia, ¿qué le llamaba la atención del Valencia?

—La temporada que hicieron el año pasado. Quitando Barça y Madrid era muy complicado, tuvieron mala suerte contra el Schalke cuando parecían de tenerlo de cara. Siempre ha sido un club que ha ganado algún título o ha estado luchando con los grandes. El momento en que me dicen que el VCF estaba negociando con el Madrid les dije que lo cerraran ya.

—¿Qué le dijo Isco?

—Bien, me llevo muy bien con él. Me dio la enhorabuena como todos.

—¿Por qué es tan tímido?

—Los de Santander somos un poco cerrados hasta que coges confianza.

—¿Ha probado ya el arroz aquí? ¿De qué tipo?

—Sí, sí, el arroz a banda.