La ambición de Baraja choca con la propiedad

Las ganas de crecer del Pipo colisionan con la desinversión de Lim a las puertas de otro mercado y su renovación. No es la primera vez que lanza mensajes sobre el proyecto

El técnico siente que ha construido una base de futuro y quiere que el club dé pasos hacia adelante y no hacia atrás

El técnico del Valenica, Rubén Baraja, durante la derrota ante la Real Sociedad

El técnico del Valenica, Rubén Baraja, durante la derrota ante la Real Sociedad / EFE

Andrés García

Andrés García

Rubén Baraja quiere crecer y Peter Lim empequeñece al Valencia en cada toma de decisiones. Son dos prismas diferentes de ver el club y el peligroso escenario al que se enfrenta la entidad de Mestalla de cara a un nuevo mercado de fichajes y al futuro del entrenador con solo una temporada más de contrato: hasta el 30 de junio de 2025. La ambición, la exigencia y las ganas del Pipo por construir un Valencia mejor chocan con la dejadez, el conformismo y la falta de inversión de la propiedad. Y eso es una condena casi de muerte porque este Valencia de mínimos no puede permitirse el lujo de perder a Baraja: el padre de esta joven generación de jugadores y el único clavo ardiendo al que se aferra Mestalla para sobrevivir a la gestión de Lim.

Baraja está ilusionado porque «ha construido algo nuevo y diferente con juventud», pero al mismo tiempo está preocupado porque todo ese trabajo en el proceso de formación de los jugadores se puede traducir en ventas y la pérdida de una base que podría asegurar el futuro deportivo del club en los próximos años. Ese fue el mensaje que envió el jueves en San Sebastián inmediatamente después de perder todas las opciones matemáticas de luchar por los puestos europeos. El Pipo se puso del lado de los «valencianistas» que «ambicionan los puestos de privilegio» y «conocen» el Valencia y, desde un discurso realista, dejó claro que su deseo pasa porque el club dé pasos adelante y no hacía atrás con la descapitalización del equipo. El técnico está ilusionado con esa base de presente y de futuro «nueva y diferente con juventud» que ha construido y en el fondo sabe que sus ganas de crecer chocan de lleno con la desinversión de Lim. Y eso es un problema mayor teniendo en cuenta que vamos hacia un nuevo mercado de fichajes y que la renovación del entrenador está en el aire. 

Esta vez, ya sin nada en juego y en un ejercicio de sinceridad, el técnico no se cortó en su comparecencia post-partido bajando los pies a la tierra y recordando la triste realidad económica del Valencia. Su comparativa entre lo que le gustaría que fuera el proyecto («Ferrari») y lo que es («Skoda») ya forma parte de la historia del club. «Esta temporada se ha conseguido el objetivo con tiempo y de alguna manera en el camino se ha construido algo nuevo y diferente con juventud, construyendo un equipo... Los que ambicionamos y conocemos el Valencia y somos valencianistas, queremos que el Valencia esté en puestos de privilegio. Dependerá del presupuesto y de lo que se hable de cara al futuro. Esto es lo que te marque en el día a día. Yo puedo querer un Ferrari, pero si tengo un Skoda... la diferencia económica es lo que marca los objetivos», aseguró. No es casualidad que solo un día antes reconociera que envidia el proyecto de la Real. El mismo día que Peter Lim encadenaba su quinta temporada consecutiva sin Europa, los donostariarras se clasificaban por primera vez en su historia para jugar competiciones europeas por quinto año seguido. Un contraste de dinámicas que deja en evidencia una vez más la gestión de Singapur. 

No es la primera vez que el Pipo lanza ‘dardos’ a Meriton en clave proyecto. El técnico envió mensajes a la propiedad en los meses de enero en su ronda de entrevistas a medios nacionales. «El propietario tiene que estar en la misma línea y ambición: de querer mejorar al equipo, de querer ir creciendo cada temporada y que el Valencia vuelva a estar entre los mejores. El proceso hay que vivirlo, ir paso a paso y cumplir etapas. Me gusta pensar en grande en que he venido aquí para devolver al Valencia a las posiciones donde merece estar», dijo en clave proyecto en ‘El Tercer Tiempo’ de Movistar+ . En clave mercado, el Pipo también dejó claro en ‘La Pizarra de Quintana’ de Radio Marca que «un buen proyecto no pasa tanto por fichar, sino por no descapitalizar el equipo». Y lo mismo hizo al ser preguntado por su futuro en ‘El Larguero’ de la Cadena Ser: «Estoy abierto a hablar de futuro con el Valencia si la ambición del club acompaña la mía». Su valoración en rueda de prensa sobre el mercado de invierno fue contundente: «En el Valencia prima lo económico a lo deportivo». Se puede decir más claro, pero no más alto

Otras metáforas de técnicos en el Valencia

La frase del Ferrari y el Skoda es la última de Baraja y de todos entrenadores que han convivido con Peter Lim en los últimos años. La lista comienza a ser sonrojante por la imagen que ofrece del Valencia al mundo. «Milagros a Lourdes» o «Yo no soy el dueño», dijo José Bordalás hastiado por el mercado. La metáfora del cangrejo acabó con Marcelino García Toral: «Tengo la certeza de que sólo los cangrejos corren hacia atrás o hacia el lado». Cesare Prandelli dictó sentencia en su despedida: «El Valencia está dirigido por personas de números y el fútbol necesita pasión». También explotó Javi Gracia en su intento frustrado de ayudar en el mercado. «Me he involucrado personalmente en facilitar algunas llegadas y en estos momentos estoy un poco decepcionado». Hasta Gennaro Gattuso señaló a su ‘amigo’ con la boca pequeña: «Peter Lim no me engañó... pero no llegaron fichajes», dijo. Es la historia de nunca acabar. Por desgracia para el Valencia, con Peter Lim siempre es lo mismo. Y Baraja lo sabe.