«Con los fichajes de Víctor Ruiz y Antonio Barragan la plantilla ya está completa», suspiraba Manuel Llorente a primera hora de la tarde. Emery ya tiene a su disposición al central con perfil zurdo y buena salida de balón que reclamaba, así como un lateral derecho para reemplazar a Miguel, que podría salir del club en las próximas horas. Al Valencia le gustaría cerrar su plantilla al principio del verano, pero hay operaciones que no son sencillas o planes a los que se recurre la última semana de mercado porque pasan a convertirse en necesarias por varios motivos, como ha sido el asunto del lateral derecho. Y para esa posición aterriza Barragán, procedente del Valladolid.

Emery y Braulio consideraban necesario fichar un lateral diestro de forma inminente. El entrenador se reunió con Miguel a final de curso para decirle que lo mejor era «cambiar de aires», pero al no llegar al club ninguna oferta inició la pretemporada. Se ha pretendido darle una nueva oportunidad, pero se ha llegado al tramo final del mercado y no están satisfechos con el rendimiento que ha dado el portugués, de hecho fue uno de los descartes. ¿Qué supone eso? La idea que tenía el club era fichar para esta temporada a un lateral «top» y el próximo curso, fecha en la que Bruno y Miguel acaban contrato, traer a un lateral con proyección. Siguiendo el plan, el Valencia negoció con el Fenerbahçe por Gönak Gönul y les pidieron 9 millones de euros, una cantidad que no podían invertir ahora. También se pidió precio al Marsella por Azpilicueta, pero Didier Deschamps no lo dejaba salir por menos de ocho millones de euros. El traspaso no esperado de Mata por 28 millones de euros no suponía que se iba a disponer de más dinero para fichar, y viendo que la necesidad de reforzar el lateral derecho era cada vez más, se recurrió al plan diseñado para el próximo curso. Y ahí entraban los nombres de Antonio Barragán, Hugo Mallo, Coke y Martín Montoya. Según los informes que manejaba la secretaría técnica, el que más gustaba era el del Valladolid, por el que han pagado 1’8 millones de euros más un partido amistoso en Pucela. Las negociaciones se aceleraron la semana pasada, cuando el Valencia piensa que Miguel no va a dar el nivel porque físicamente no está bien. El club valora la rescisión del contrato del portugués.

A Maduro le gusta el Espanyol

Cerrado el capítulo de altas, lo que aún falta por definir es el capítulo de Miguel y el interés del Espanyol en fichar a Maduro. Al holandés le seduce la idea porque tendría más opciones de jugar y lo más importante, en el centro del campo. El Espanyol lo quiere cedido, aunque acaba contrato el 30 de junio de 2012, pero el VCF quiere dinero, aunque ahí también se contempla la cantidad en concepto de derechos de formación que le corresponde al Espanyol por Víctor Ruiz.