La cuesta a Europa se empina en Montjuïc

Los de Baraja se miden a un Barça herido que desea ser segundo. Si los blanquinegros dan el golpe, con tres puntos, volverán a ser séptimos tras el empate del Betis anoche 

Acción de disparo con el que Hugo Guillamón empató el choque de Mestalla con el Barcelona.

Acción de disparo con el que Hugo Guillamón empató el choque de Mestalla con el Barcelona. / SD

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

La jornada 33 hace que la Liga recalcule la ruta hacia Europa. Mientras el Atlético de Madrid se distancia del Athletic en la carrera por la última plaza de Champions, el acceso a las competiciones UEFA más humildes continúa muy abierto, aunque con cambios en la parrilla de aspirantes. Las Palmas y Osasuna, nuevamente derrotados, quedan ya demasiado rezagados, pero en cambio, el Villarreal y el Getafe parecen dispuestos a dar guerra por la séptima posición en este esprint final.

Con tal de fortalecer su sueño europeo, al Valencia CF le urge este lunes dar la sorpresa en la casa en la que el Barça está de prestado, Montjuïc. El hecho de que el conjunto de Xavi Hernández haya claudicado en la lucha por el título se antoja como una ventaja para los de Rubén Baraja. Aunque la ventaja será solo mínima ante un rival de la dimensión del FC Barcelona que, además, se ha fijado como meta arrebatarle la segunda plaza al Girona y disputar la Supercopa.

Para el Valencia, el objetivo inicial de la permanencia está conseguido. Baraja sigue sin mentar la palabra Europa en la sala de prensa y utiliza el eufemismo de «puestos de privilegio» en referencia a las posiciones sexta (Europa League) y séptima (Conference League). Sin embargo, la plantilla de jugadores se ha propuesto colmar una ilusión, la de devolver al club al Viejo Continente tras más de cuatro años de ausencia.

El sueño europeo, no obstante, aumenta el listón de la exigencia con los últimos 18 puntos en juego. Hoy, el Valencia buscará el triunfo en un estadio históricamente maldito -perdió en Montjuïc las finales de Copa de 1934, 1944, 1945 y 1946- hasta que la máquina de Rafa Benítez, que en la media comandaba Baraja, pudo romper el maleficio el 15 de diciembre de 2001. Aquel día, el equipo remontó un 2-0 al descanso con los goles en la segunda mitad de Rufete (2) e Ilie. La remontada relanzó al Valencia, que cinco meses después ganó la Liga tras 31 años de sequía.

El Valencia necesita volver a encarnar en la montaña mágica de Barcelona el espíritu de combate con el que se levantó a finales de 2001. El ‘Pipo’ confía en la capacidad de levantarse ante la adversidad su joven grupo, que no encadena dos derrotas desde finales de septiembre e inicios de octubre, días en los que cayó primero con la Real Sociedad y después con el Betis. Ahora, precisamente, los blanquinegros deben reaccionar, tras el golpe de hace una semana en Mestalla contra los verdiblancos (1-2), en un partido a domicilio contra el Barça que, como dice el ‘Pipo’, tiene «un grado de dificultad muy alto». «Es importante ver cómo reaccionamos ante la adversidad, siempre nos hemos levantado», indicó ayer el técnico valencianista.

Sin Gayà ni Yaremchuk

La última vez que el Valencia ganó en Montjuïc, donde el Espanyol dejó de jugar en 2009, fue en diciembre de 2005 con goles de Villa, Angulo y Aimar (1-3). En Barcelona lleva sin celebrar una victoria desde que lo logró en abril de 2016 merced a los tantos de Rakitic en propia puerta y Santi Mina (1-2). Si hoy lo consiguiera, ocho años después, el botín de los tres puntos permitiría recuperar el séptimo lugar, posición de Conference.

Después del examen con el Barça, a los de Mestalla les esperan dos duelos en casa: Alavés y Rayo. Aun así, la mira debe centrarse en la noche de hoy, ya que no solo se trata de cazar a los que están por arriba -Real Sociedad, a cuatro, y Betis, a dos más ‘average’-, sino también de alejar de nuevo al peligroso Submarino de Marcelino, que venció sin problemas al Rayo. Poco a poco, la pelear por las plazas sexta y séptima se define. Real, Betis, Valencia, Villarreal y Getafe optarán a hacerse con las dos. 

Sin Gayà ni Yaremchuk, todavía lesionados, la principal duda en el once de Baraja radica en la media: Hugo Guillamón o Javi Guerra. 

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