João Cancelo ya computa en el Valencia cinco veces más minutos que en Benfica. No es una cuestión sin sustancia. Su bagaje con el primer equipo lisboeta quedó restringido a 73 minutos, 65 en la última jornada de la liga portuguesa (ante el Oporto) y otros ocho en la fase de grupos de la Copa de la Liga, ante el Gil Vicente. El dato explica el porqué de la impresión que el lateral derecho ha dejado en estos primeros meses de competición: tiene materia prima, pero le falta tiempo de cocción. Su recorrido al más alto nivel son los tres encuentros de Copa en los que ha participado con el Valencia, el partido ante el Córdoba y los 50 minutos que tuvo contra el Almería. Demasiado poco para exigirle respuestas categóricas o establecer juicios definitivos sobre su capacidad. La lesión de Antonio Barragán le brindó la oportunidad de volver a mostrarse y no la desaprovechó. En un contexto embarullado, pero inclinado hacia el área almeriense, el ´2´ blanquinegro sacó a relucir lo mejor de repertorio: recursos técnicos para desequilibrar, gran zancada, atrevimiento y buen pie para centrar. Cancelo se reivindicó con una pieza valiosa para el presente. Dio un paso al frente en el momento justo, porque la lesión de Barragán puede ´obligar´ a Nuno emplear sus servicios ante Sevilla y quizás Málaga€ salvo nuevo giro de pizarra o fichaje inmediato de un ´carrilero´.

El exigente contexto en el que se mueve el Valencia deja poco margen para cocinar futbolistas de 20 años a fuego lento. No todos son José Luis Gayà (veterano de 19 años). Eso juega en contra de un Cancelo con virtudes y defectos por pulir. El propio futbolista lo reconoció ayer: «Estoy para aprender e ir poco a poco». La paciencia no es un valor abundante en el fútbol actual y próximamente asoman exámenes de alto nivel competitivo. Barragán puede tener rotura y Nuno tendrá que decidir consciente de que el momento del Valencia no admite posiciones tibias. Las prestaciones de Cancelo hasta la fecha han dejado luces y sombras. Tropezó en Mestalla frente al Rayo (Copa del Rey), pero después ha cumplido insistiendo en su calidad para el ataque. Frente al Almería se desplegó con acierto y cuajó su mejor actuación. Dos regates buenos, 12 centros al área, dos asistencias de remate. Sus números de ataque describieron una línea paralela respecto a los de Gayà (dos regates buenos, nueve centros al área, tres asistencias de remate, un pase de gol), la mejor referencia posible. Cancelo cumplió en defensa, pero es en esa parcela donde guarda un margen de mejora amplio.

Trabajo táctico de mejora

«Yo siempre estoy preparado para jugar». Cancelo aseguró en rueda de prensa que está listo para el desafío. Tiene descaro. Su llegada al Valencia no fue un capricho. El chaval de Barreiro despuntó en categorías inferiores de Portugal como uno de los mejores laterales derechos de su generación. Tiene condiciones para ser un cañón en ataque, pero le falta madurez. Nuno lleva machacando desde pretemporada sus condiciones tácticas. El sábado, antes de saltar al terreno de juego, el entrenador volvió a insistir en ello. «Me dijo que estuviera concentrado, siempre charlamos de corregir errores», relató João Cancelo. Como en el caso de otros jugadores con cualidades, poder depende de querer. El salto de entrenar con el Benfica y competir en la segunda división portuguesa, con el filial del conjunto lisboeta, hasta el Valencia es importantísimo. Requiere unos plazos dentro de una adaptación, que el portugués va quemando poco a poco. Por ejemplo, con el idioma.

La convocatoria de Sofiane Feghouli para la Copa de África y la lesión de Antonio Barragán, le dejan como el único ´carrilero´ derecho de la plantilla. João Pereira no cuenta y no hay otro lateral, aunque Nuno podría adaptar a Mustafi (que jugó el Mundial con Alemania en esa posición). El tiempo de recuperación de Barragán y el mercado pueden marcar su devenir, pero Cancelo dice presente: «Los fichajes no son cosas mías, yo sólo trabajo para ayudar al equipo».