Hay lío con la salida de Otamendi y la llegada de Mangala. Y lío de los gordos. Cuando todo parecía hecho porque los ejecutivos del Valencia y los del Manchester City tenían un acuerdo para traspasar al defensa argentino por 40 millones de euros más la cesión del francés Mangala y el portugués Marcos Lopes por una temporada, la operación estuvo a punto de romperse durante el lunes. De hecho, aunque el Valencia aseguraba a través de sus conductos oficiales que no estaba rota, lo cierto es que a lo largo de la tarde estuvo muy complicada por no decir imposible. «No sé cómo se va a solucionar esto», aseguraban a este periódico fuentes conocedoras de la operación. La situación era rocambolesca porque Mangala se negaba a abandonar el City, pero entonces apareció Mendes y solucionó el entuerto. Otamendi será jugador del City este martes. Los términos, eso sí, han cambiado respecto del principio: el club británico ha subido la oferta, si bien no alcanza los 50 millones de euros. Será sin variables y sin jugadores como intercambio. De hecho, según ha podido saber SUPER, Manchester City y Valencia ya tienen un acuerdo por 45 millones y en breve lo harán oficial.

El Valencia deberá ir al mercado para buscar un recambio del argentino. La postura firme de Mangala tuvo bloqueado el traspaso, con Nico en Manchester -en las oficinas del City- y prácticamente vendido pero sin un sustituto que poder inscribir para disputar la previa de la Champions frente al AS Mónaco. Estuvo a punto de romperese. Todo empezó el domingo por la noche cuando terminó el encuentro entre el City y el Chelsea de la Premier. Mangala cuajó su mejor comparecencia desde que llegó al club británico hace un año ante un rival de primer orden como es el conjunto de Mourinho. Se logró una victoria holgada y el papel del francés, tras una primera jornada en la que ya demostró que está en un buen nivel, fue providencial. Eliaquim despejó de un plumazo todas las dudas que acumuló en su primera temporada en Inglaterra y tras el encuentro recibió incontrables muestras de cariño por parte de su hinchada, que clamó por que se quedase en la plantilla y no se marchara cedido al Valencia.

Los responsables del área deportiva del City han visto en el nuevo Mangala al central que vieron en las filas del Oporto cuando resolvieron realizar una fortísima inversión económica que superaba los 40 millones de euros el pasado verano y decidieron cambiar las condiciones del traspaso de Otamendi. No quieren cederlo al Valencia. Pellegrini quería alinearlo ante el Chelsea y la operación debía retrasarse unas horas, si bien el plan inicial era que la operación se cerrase entre domingo y lunes y Mangala viajara a València. Sin embargo, el buen rendimiento del francés provocó que se tambaleen todos los cimientos de la operación. Son los peligros de dejar que el otro club pueda contar con su futbolista, más cuando el Valencia había dado permiso a Otamendi para no entrenar con normalidad y poner rumbo a Manchester para cerrar su fichaje.

Nico ya ha pasado revisión

Layhoon aterrizó ayer en València para rematar la faena pero la situación estaba verdaderamente atascada. A lo largo del día, las posturas llegaron a tensarse en la negocaición y los ejecutivos de Mestalla calzaron una postura de fuerza para que el City y Otamendi no se salieron con la suya: el Valencia exigió el pago de los cincuenta millones de la cláusula si no llegaba Mangala. El argentino aterrizó sobre las cuatro de la tarde acompañado de su agente y de Mendes y fue directamente desde el aeropuerto hasta las instalaciones del club británico, donde pasó la revisión médica con resultados satisfactorios. Este martes, oficial.