El drama no tiene fin. El Valencia es una excepción -negativa- en las cinco grandes ligas del fútbol europeo. El equipo de Cesare Prandelli es el único que no ha conseguido dejar la portería a cero esta temporada... el único. Hasta el sábado, el dudoso honor era compartido con el Werder Bremen alemán, que consiguió terminar imbatido ante el Hertha en Berlín (0-1). La estadística es reflejo de la inconsistencia, de la falta de calidad defensiva y de la ausencia de una organización clara. Tres entrenadores, tres porteros, todo tipo de jugadores y varios sistemas después, el grifo sigue abierto.

Los 20 equipos de la Premier League inglesa, los 20 de la Serie A italiana, los 18 clubes de la Bundesliga alemana y los 20 de la Ligue 1 francesa han conseguido dejar, al menos una vez, su portería a cero. El Valencia ya acumula 19 jornadas de LaLiga (las cuatro últimas jornadas del curso 2015/16 más las 15 de la presente edición), un partido de Copa del Rey y siete encuentros de pretemporada encajando, como mínimo, un gol.

El último marcador que plantea una ruptura radical en ese sentido es el 4-0 ante el Eibar del pasado 20 de abril. Aquella jornada, Diego Alves sí consiguió terminar imbatido. El encuentro de Anoeta volvió a ser rotundo: un gol concedido en el minuto dos, dos goles encajados a balón parado y un penalti cometido tras una acción incomprensible de Aderllan. El Valencia se descose en los minutos críticos. Siempre sucede algo. Pérdida de concentración, falta de intensidad, un error táctico. Los responsables son todos. La defensa empieza por el primer delantero y no es un tópico.

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En ocasiones, la retaguardia rompe desbordada por la falta de acción de la primera línea de presión o por la incomparecencia de un centro del campo que no contiene. Durante este serial de partidos se han cometido pifias de todo tipo. Mientras todos los entrenadores señalan la importancia de no cometer errores, el Valencia se desangra. Prandelli tampoco ha dado con la tecla. El italiano intentó simplificar la estructura con una defensa de cinco, pero tampoco ha cuajado, incluso multiplicó la sensación de agonía y acorralamiento. Los problemas en las acciones a balón parado tampoco se han corregido y están costando puntos, en Anoeta sucedió con errores terribles de Abdennour y Parejo. Cancelo o Montoya, Aderllan-Abdennour, Garay-Mangala, Siqueira... ninguna mezcla cuaja.