La semifinal de la Copa del Rey viaja ya hacia Mestalla totalmente viva para el Valencia CF, que a pesar de todas las desgracias compitió y le puso las cosas muy complicadas al Barça. Un único error en la marca se convirtió en el gol que de momento da ventaja a los de Valverde, que dominaron el balón prácticamente durante todo el partido pero tampoco disfrutaron de muchas ocasiones claras para poner a prueba a Jaume.

Esa jugada de Messi en la que Luis Suárez remataba totalmente solo en el área pequeña fue un castigo quizá excesivo para el Valencia, que había trabajado mucho y con orden aunque, eso sí, le faltó algo más de mordiente arriba para haber sorprendido en alguna contra. Lo intentó, pero estaba demasiado atrás para sobrevivir a tantos metros con el balón cuando, además, el trabajo de Rakitic, Busquets y los centrales para recuperar el balón de inmediato era perfecto. Valverde.

La primera mitad se jugó prácticamente en sesenta metros, casi todos en campo del Valencia CF. Replegado, pero junto y muy concentrado, el equipo de Marcelino obligaba al Barça a moverse en espacios reducidos. Ahí, Messi es único, aunque hasta esa jugada ya en el minuto 66 no le salió casi nada. La única, una combinación con Iniesta en el 38 en la que Jaume, con la punta del guante, evitó que Suárez rematara en la misma línea.

Había estirado el cuello Vietto en los minutos iniciales, en dos acciones en que buscó en largo la carrera de Rodrigo. Ya no saldría más de la cueva el Valencia hasta el 45, con una jugada que terminaría con distparo de Montoya desde la frontal ligeramente desviado.

En el minuto 34 de partido se produjo la primera de las acciones polémicas que pudieron haber cambiado el signo del partido y de la eliminatoria. Sergi Roberto llega tarde en una pugna con Andreas y le clava los tacos de la bota en el muslo, casi a la altura de la ingle. El murciano Sánchez Martínez pita falta y enseña tarjeta amarilla al jugador del Barcelona, que bien pudo ser roja por la peligrosidad de la entrada. De hecho, Pereira ya no levantó cabeza, acabó la primera mitad renqueante y tuvo que ser sustituído por Maksimovic en el descanso.

Poco después los protagonistas serían de nuevo el árbitro y Luis Suárez. Al correr hacia un balón en profundidad, Vezo se anticipa con claridad y el uruguayo le suelta una patada por detrás sin ninguna opción de jugarlo. Sánchez no pita ni falta ni por supuesto le muestra tarjeta, que podía ser amarilla o hasta roja si no fuera Suárez el apellido.

Arrancó la segunda mitad con empate a cero y el Valencia CF daba un paso adelante, Marcelino subía unos metros la primera línea de presión para robar esa pelota que le diera alguna opción clara de gol más cerca de la portería. En los primeros cinco o seis minutos, de hecho, tenía más posesión que en toda la primera parte y Parejo ponía por primera vez a prueba a Cillessen. El carrusel de tarjetas iba a ser para el Valencia, en apenas tres minutos la ven Vietto y Carlos Soler.

Tras el gol el Valencia mantuvo la calma y el partido llegaba abierto hasta el final, cuando el Valencia volvía a tener sus mejores opciones. Primero un balón al espacio de Ferran Torres a Santi Mina, los dos jugadores que puso Marcelino de refresco. La acción pilla totalmente fuera de sitio al portero, fuera del área, pero el gallego no acierto a dribrarlo para encarar la portería y Cillessen la envió a córner. La última sería también para el Valencia con un remate de cabeza de Santi Mina forzado que se marchaba fuera. El próximo jueves, en Mestalla, el Valencia CF tendrá oportunidad de darle la vuelta en busca de la gran final.