BALONCESTO

La obra perfecta del 'outsider' Chus Mateo: así ha construido un Real Madrid casi invencible

El conjunto blanco, que hoy se mide al Barça en el cuarto 'clásico' de la temporada, cerró 2023 con récord de victorias en un año natural (74)

El ayudante de Pablo Laso ya es primero en todo, gracias a un trabajo de reivindicación constante que le ha permitido exprimir a su plantilla

Denís Iglesias

Ante el ASVEL Villeurbane, el Real Madrid de baloncesto cerró el 2023 en la Euroliga con un registro inédito. Los blancos hicieron una primera vuelta casi impoluta, con 16 triunfos en 17 partidos y lograron el récord de victorias para la entidad en un año natural (74). Solo una derrota ante Fenerbahce, en el último segundo de la prórroga, privó a los de Chus Mateo del pleno de triunfos.

Igualmente, apenas una mancha en el expediente de Liga, contra la gran sensación de la misma: Unicaja, segundo clasificado tras vapulear al Barça de Roger Grimau, sumido en una grave crisis en una transición hacia la nada tras el final de la 'era Jasikevičius'.

Tres 'clásicos' para Mateo frente a Grimau

Hoy se miden ambos proyectos en el contexto de la Euroliga. Lo hacen en momentos opuestos y con el expediente particular de ambos técnicos favorable a Chus Mateo, quien ha superado a Grimau en la Supercopa (88-81), la Liga (86-79) y en el primer asalto de la Euroliga (65-64). Dos secundarios, de perfil bajo, que accedieron a su puesto como apuestas internas, pero con un desarrollo opuesto.

El ayudante de Pablo Laso es mucho más que eso. Además de conseguir vencerle en su regreso al WiZink Center ha sabido armar una máquina arrolladora con un estilo propio que ha trabajado desde su metódica obsesión. Un hábito perfeccionista que se remonta a su época escolar. La suya es una historia de reincidencia en el trabajo, no de superación.

De este modo acalló las críticas iniciales que le acompañaron en su tormentoso relevo con Pablo Laso. El ahora entrenador del Bayern de Múnich, que cambió la historia del Real Madrid con 22 títulos en 11 temporadas, ignoró a Chus Mateo y todavía mantiene una distancia palpable con él. Se plasmó en el encuentro de Euroliga jugado en la capital española.

De la crisis de la Copa a la batalla campal ganada a Partizan

Mientras que Laso se limitó a decir que la conversación con su antiguo ayudante había sido "la normal de dos entrenadores", el madrileño se deshizo en un elogio sincero: "Obviamente, ni estoy ni considero estar a su altura. Él es una leyenda de este club. El Real Madrid ha sido y sigue siendo su casa".

Fue el propio Chus Mateo el que tuvo que ganarse el derecho de que hacer valer su condición de local, a pesar de que en los 90 ya formaba a jugadores en el equipo blanco hasta que en 2004 fue reclutado por Sergio Scariolo para ser su ayudante en Unicaja.

Estos dos nombres, el de su antiguo compañero (también lo fue en el Real Madrid) y el de su exequipo (al que dirigiría entre 2010 y 2012) fueron protagonistas en su primera gran crisis hace poco menos de un año. El equipo malagueño eliminó a los madridistas en las semifinales de Copa del Rey de la temporada pasada.

Abril parecía no ir mejor. En los 'playoffs' de la Euroliga su serie frente al Partizán se puso 0-2 después de una batalla campal en el Palacio de los Deportes que avergonzó al mundo. Sin embargo, de los intercambios de golpes protagonizados por Yabusele y compañía recuperó el Real Madrid su esencia. Remontó una serie como nadie lo había hecho y Chus Mateo puso la firma a la undécima conquista europea de la sección de baloncesto. Ahí, por fin, se le reconoció parte del enorme mérito que le correspondía.

El desarrollo de Musa, la vuelta del 'Facu', la irrupción de Diagné...

"Chus (Mateo) se lo merece. Deberíais pedirle disculpas, porque ha habido muchas críticas y muchas dudas a su alrededor. Todo el mundo nombra a entrenadores de otros equipos, pero nunca a él, sino al Real Madrid. Pues es el jefe, así que siempre hay que nombrarle a él y a este club", dijo Walter Tavares tras la conquista en un discurso que hizo emocionar al técnico madrileño. No hubo suerte ni casualidades. Lejos de conformarse, Chus Mateo ha seguido perfeccionando al Real Madrid hasta lo que es ahora.

Bajo su batuta jugadores como Dzanan Musa han dado un paso adelante para demostrar el liderazgo que cualquier jugador del Real Madrid debe asumir. Como en su temporada de MVP en el Breogán. El bosnio promedia esta temporada 13.4 puntos, 2.4 rebotes y 1.8 asistencias por partido. Lo hace con registros de 66,7% en tiros de campo, 36,9% en triples y 82,1% en tiros libres para un 15 de media de valoración.

El regreso de 'Facu' Campazzo está siendo imperial. Después de deambular en sus últimos tiempos en la NBA ha recuperado el sentido del juego. Promedia 14,3 puntos, 37% en triples, 48% en tiros de campo, 90% en libres, además de 6,7 asistencias, 2,3 rebotes y 1,6 robos, con 19 de valoración.

Son dos casos prácticos en un Real Madrid donde Tavares sigue siendo líder en valoración a pesar de las continuas idas y venidas con su futuro. El pívot caboverdiano, uno de los más dominantes en la pintura del baloncesto europeo, termina contrato en verano. El "ya veremos" suena como una respuesta habitual cuando se le pregunta sobre su futuro. Sin embargo, su dependencia se ha aligerado con el mayor rendimiento de hombres como Vincent Poirier. Todo ello sin contar las positivas noticias del retorno de Carlos Alocén o el crecimiento sin descanso de los jóvenes, sobre todo en el caso de Ismaila Diagne.

Chus Mateo: "Los objetivos no son de un año entero"

Flechas hacia arriba en un vestuario equilibrado por pesos pesados como Sergio Llull, que vivirá este miércoles el 'clásico' número 110 de su carrera. No estará otro veterano como Rudy Fernández, baja por problemas en la espalda, ni Gaby Deck (molestias en un pie), indispensable en el paso adelante que dio el Real Madrid el curso pasado. Sí regresa a la convocatoria Yabusele -tras 16 partidos de ausencia-, el que, aunque desde la antideportividad, prendió la mecha de la resurrección. Pero detrás de todos estos nombres figura el propio de Chus Mateo.

El madrileño ha retocado las regletas de su mesa de mezclas para amplificar la solidez defensiva (solo el Unicaja tiene un mejor balance defensivo) sin que ello perjudique a la explosividad ofensiva, donde el Real Madrid ha desarrollado múltiples registros. Después de despedir el 2023 con el récord de victorias del equipo blanco en un año natural (74), ¿qué le puede pedir al 2024?

"Los objetivos no son de un año entero, de tan largo plazo, sino algo más medible y próximo con cierta inmediatez. Porque es la mejor manera de hacer camino. Si miro al horizonte puedo ver una cosa muy bonita, pero a lo mejor no llego porque me tropiezo antes. Hay que ir paso a paso, por etapas, y así se lo transmito a los jugadores. No quiero que ninguno se atragante con un calendario tan amplio y duro". Difícil llevarle la contraria.