La juez Jeannice Reding ha aceptado la petición de la Fiscalía e impondrá la libertad condicional (una medida que permite cumplir la sanción en libertad bajo el cumplimiento de unos requisitos) bajo la fianza de 1,25 millones de dólares.

Eso es, 1,1 millones de euros. Por tanto, la libertad de Derek Chauvin, acusado de la muerte de George Floyd (una muerte que ha movilizado a todo el mundo pidiendo igualdad racial tras un nuevo escándalo de abusos policiales en Estados Unidos y que devolvió a la actividad a Anonymous) tiene un precio.

Así ha quedado establecido en la primera vista del proceso por la muerte del afroamericano y de la que se le acusa a Chauvin, que aplastó su cuello contra el suelo hasta ahogarlo.

Además de la fianza, tendría que cumplir ciertas condiciones de la ley y presentarse ante el tribunal cada cierto tiempo, además de renunciar a su puesto en la Policía y entregar su arma de fuego, munición y el permiso de armas. Tampoco podría salir de Minesota y no podría contactar con la familia de la víctima. La defensa no ha presentado alegaciones a la Fiscalía.