Lo malo es pensar cuándo tendrá el Valencia CF tan en la mano ganar al United en Old Trafford. Lo bueno es la constatación de que este equipo se ha recuperado. No está totalmente sano porque le falta ser más efectivo arriba, pero este Valencia ya engancha. Porque una cosa es no ganar porque sales acomodado y pensando que esto es pan comido, y otra no ganar porque no has estado fino en ataque pero has plantado la bandera. Es la diferencia entre hacer la mona y competir. Y al Valencia hay que exigirle competir siempre y contra quien sea. Si luego es la Juve, el Barça o el Madrid y te gana, pues para eso tiene un coche que se puede poner a 200 por hora y el tuyo no, pero si tu coche puede ir a 150, pues a esa velocidad hay que ponerlo en cada partido. No hay más que hablar. Y como ahora el Valencia ya casi pone el motor a toda potencia, pues no se discute el sistema de juego ni las rotaciones de Marcelino. Así es el fútbol y así será toda la vida. Si hasta Dani Parejo amenaza con volver a ser el de la temporada pasada. Ayer no lo fue, pero eso es tan cierto como que hizo su mejor partido desde que empezó esta. Lo que sí se puede afirmar de manera taxativa y sin miedo al error, es que a este equipo es difícil meterle goles, y ese es el camino y el mejor síntoma de que nos dirigimos hacia la recuperación definitiva. Los futbolistas están ganando en confianza y ahora creen ciegamente en lo que hacen, a partir de ahí, un día u otro romperán del todo y el Valencia volverá a ser ese equipo que sale al galope, te pega dos zarpazos y te manda a la lona. Y creo que volverá a serlo porque tiene futbolistas para ello. Aunque si hablamos de nombres propios, me quedo con dos con los que se puede ir a cualquier batalla: Coquelin y Kondogbia. Le dan al equipo un punto competitivo tal, que han de ser el ejemplo sobre el que fundamentar el proyecto. El Valencia está más vivo en la Liga de Campeones de lo que todos esperábamos después del repaso que nos dio la Juventus, pero afortunadamente eso ya es pasado. Ahora, el futuro se llama FC Barcelona y el partido de este domingo en Mestalla. Es pronto para que les diga que vamos a ganar y ya les susurraré el resultado al oído a lo largo de la semana, pero hay una cosa que tengo muy clara, Mestalla será una caldera y el equipo plantará la bandera. Los futbolistas ya han experimentado en sus propias carnes que, o corren y se dejan todo sobre el césped, o pierden con cualquiera, y eso Mestalla no lo perdona. Si hemos aprendido eso, hemos aprendido suficiente. Lo tengo claro. Ahora viene lo mejor.

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