A sí se llamaba antaño a los británicos, por los piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros que atacaban los barcos y puertos españoles aquí y allende los mares. Este año parece que nos han hecho lo mismo y se han cargado nuestras esperanzas, llegando a un pleno histórico en las dos finales de las competiciones europeas.

Justamente, en la temporada en la que, en puridad jurídica, deberá acabar la relación del Reino Unido con la Unión Europea, lo que añade más morbo aún a lo que podría ser el mejor año y, al mismo tiempo, el año de despedirles no solo de Europa, sino también de su posición aventajada en el fútbol. Y es así porque, no lo olvidemos, el llamado Brexit no solo tiene consecuencias políticas, sociales, económicas, sino también deportivas.

Y es que, cuando se produzca el Brexit, sea amistoso o inflexible, la relación laboral y la situación de los comunitarios en ese país va a cambiar radicalmente. Estamos oyendo que muchos médicos, enfermeros, profesionales de la City y otros tendrán que salir de las islas británicas (donde incluyo obviamente a Irlanda del Norte) ya que no podrán seguir teniendo la misma consideración legal y, por ende, laboral, debiendo pedir permisos de trabajo como si fuera (que ya lo serán) extracomunitarios, véase chinos, argentinos o argelinos por ejemplo.

¿Se acabarán entonces los equipos británicos y su supremacía, ya que deberán renunciar a sus figuras comunitarias? Kepa y sus penaltis parados, con Hazard llevando la manija, y Alonso, Azpilicueta, todos ellos del Chelsea, que tiene solo a 7 ingleses en el equipo. En cuanto al Arsenal, tendría que ver qué hacer con Cech, Bellerín, Kolcielny, Monreal, con 5 ingleses en la plantilla. Y, en la Champions, el Liverpool de Van Dijk, Moreno, Vijnaldum u Origi, con solo siete ingleses, así como el Tottenham de Lloris, Alderweiveild, Sissoko, Eriksen, con su récord de ocho ingleses...

Vemos que no se trata de una cuestión baladí, sino de que estaríamos, estamos, ante una auténtica hecatombe. De ser los reyes de Europa¿Tendrán entonces la Premier y la Federación inglesa (FA) que modificar sus reglamentos para que puedan seguir siendo acogidos todos los comunitarios y asimilados?

Mientras luchan los "brexiteros" para que sea todo claro y evitar la contaminación europea, sería absurdo que no se hiciera lo mismo con los deportistas (ojo, que hay muchos comunitarios en el rugby o en el baloncesto también aunque el fútbol se lleva la palma). Y, además, están todos los jugadores jóvenes que, con dieciséis años, se llevan los clubes ingleses, aprovechando que el reglamento FIFA les otorga ese derecho, por ser de la Unión Europea. Cuando no lo sean, adiós a ese filón (muy utilizado contra o sobre clubes españoles) y deberán esperar hasta los dieciocho para que puedan entrar a formar parte de sus plantillas.

Pero, aún con dieciocho, serán extracomunitarios y volvemos por lo tanto al nudo gordiano de la cuestión: ¿Habrá especificidad deportiva y tendrán un tratamiento especial los deportistas comunitarios? Eso sería atentar contra la igualdad de trato con otros profesionales y veo complicado que se haga, aunque, con la temporada victoriosa de los equipos ingleses, todo es posible...

Está claro que habíamos visto en el Brexit una forma de empobrecer al fútbol de las islas pero ahora, con sus cuatro finalistas, creo sinceramente que se van a plantear con seriedad hacer una excepción que, no obstante, no podrá ser bien vista y, si la obtienen, ¿por qué no los médicos o los abogados?

Están pues los británicos ante una encrucijada deportiva, si bien menor que la que les espera, si tiene una consecuencias más visibles porque el fútbol está moviendo montañas este año para los ingleses y no digamos lo que cuesta una habitación en Madrid para la final de la Champions o en Bakú, para la de la Europa League, que son las ciudades que se van a aprovechar de esta primera ¿y última? vez en que los ingleses dominaron el fútbol europeo...El Brexit tiene la palabra.

Empieza el calor y conviene que el cuerpo se refresque, pero también la mente y me atrevo a recomendar el libro de Jorge Zegarra, "Los usurpadores". Que disfruten del mismo y de las finales de este mes, incluida la del Valencia en Sevilla, obviamente.

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