¿Cómo pagan su vivienda los españoles? Hasta un 17,5% de los compradores no necesitan pedir hipoteca

Cuando vas a buscar una vivienda para comprar, las opciones son muy diversas: obra nueva, de segunda mano, autopromoción, nuda propiedad… Y también pueden variar las formas de financiación: pagar la casa con hipoteca, sin hipoteca o con préstamo personal son las opciones más habituales.

Pero ¿cómo compra realmente un ciudadano particular su vivienda en España? Desde el comparador y asesor hipotecario iAhorro han realizado una encuesta de la que se puede sacar un perfil mayoritario: “La mayoría de las personas que compran vivienda en nuestro país se ven obligadas a optar por una vivienda de segunda mano; eligen una casa situada en una localidad de tamaño medio, posiblemente a las afueras de una gran ciudad; su objetivo inicial es utilizarla como residencia habitual y, para poder afrontar un precio medio de unos 200.000 euros, piden una hipoteca a una entidad financiera”, señala el director de Hipotecas del comparador, Simone Colombelli.

Sin embargo, existen excepciones, entre las que encontraríamos los compradores que adquieren la vivienda sin financiación, es decir, que pagan al contado, que suponen un 17,5% del total, y los que piden un préstamo personal para pagar la vivienda en vez de un préstamo hipotecario, cuyo porcentaje baja hasta el 4,1%. Y es que, el director de Hipotecas de iAhorro matiza que “existen tres realidades: la del ciudadano trabajador que tiene que pedir una hipoteca para poder afrontar el pago de la vivienda, la de quien hace una compra de poco importe sin financiación o pidiendo un préstamo personal no muy elevado, y la de las grandes fortunas que pagan viviendas caras a tocateja”. Pero esto también depende del precio de la vivienda.

Cuanto mayor es el precio de la vivienda, más se paga al contado

“La mayoría de los encuestados, el 64,7% del total, han situado el valor de su vivienda entre los 100.000 y los 300.000 euros, por lo que el precio medio rondaría los 200.000 euros”, declara Colombelli, que también agrega que “no es lo mismo comprar en grandes ciudades como Madrid o Barcelona que irte a la periferia o incluso a otras zonas de España menos habitadas y con menos oferta, pero también demanda”.

Ese precio medio de 200.000 euros, por tanto, también se ve determinado porque la mayoría de los encuestados, hasta un 54,40%, ha comprado o tiene la intención de comprar este año una vivienda en una localidad de entre 1.000.0000 y 200.000 habitantes; solo un 14,8% lo hace en una ciudad más poblada, es decir, en Madrid o Barcelona; un 18% en una de entre 200.000 y 50.000 habitantes, y el 12,8% restante en localidades más pequeñas.

Por este motivo, si a la variable de la financiación le añadimos la del precio, vemos que, en las viviendas de menos de 100.000 euros, un 38,6% de las personas que compran no piden financiación. “Cuando las cantidades son pequeñas, y por tanto se amortiza muy rápido, se asume ese sobrecoste en tipos de interés”, explica Colombelli. Y, pese a que en los tramos siguientes ese porcentaje va bajando, a partir de las viviendas de entre 400.000 y 500.000 euros vuelve a repuntar un poco (15,1%) y se dispara entre las que tienen un precio superior a los 500.000 euros (44,4%). “Aquí vemos la tercera realidad, la de la gente adinerada que no necesita pedirle el dinero a un banco para poder pagar una vivienda”, asevera el portavoz de iAhorro.

La poca oferta de obra nueva que hay es cara y se vende muy rápido

En cuanto al tipo de vivienda, solo el 21% de los encuestados por el comparador ha optado por comprar una vivienda de obra nueva frente al 78,9% que se decanta por las viviendas de segunda mano. Uno de los motivos, según explica Colombelli, es que “en oferta, por mucho que hayamos avanzado en los últimos años, la vivienda de obra nueva sigue siendo muy minoritaria y también es más cara. No obstante, la que se pone a la venta se vende muy rápido. En segunda mano hay más oferta y, por tanto, también precios más competitivos”.

Hay que tener en cuenta que dentro de la obra nueva se incluyen las viviendas de autopromoción, que suponen solo un 0,9% del total de las compraventas; las viviendas de protección oficial, cuyo porcentaje sube un poco, hasta el 1,7%; y las viviendas de obra nueva en régimen de cooperativa, que representan un 2,1% de las operaciones. Por su parte, dentro de las viviendas de segunda mano también encontramos las viviendas de embargo/subasta (0,5% del total), las viviendas de alquiler con opción a compra (0,6%) y las viviendas de nuda propiedad (0,3%).

Y, por último, otra de las conclusiones más destacadas de la encuesta es que la mayoría de los españoles compra con el fin de destinar esa vivienda a residencia habitual, concretamente el 71,2%. Si bien es cierto que el 18,3% compra una segunda residencia, el 10,5% restante tiene la intención de utilizar la nueva vivienda adquirida como forma de inversión, con su venta o alquiler posterior.