Estos son los riesgos de comer mucho queso que pueden perjudicar a tu salud

El elevado consumo y hacerlo de manera constante produce problemas que no son beneficiosos

El queso es uno de los alimentos que más adicción provoca entre sus consumidores. Cuando se produce este gusto, el consumo se aumenta en grandes cantidades independientemente de cuestiones saludables. De hecho, las múltiples variedades que tiene el queso hace que te puedas decantar por cualquiera de sus posibilidades. Sin embargo, comerlo de manera diaria y más de lo debido puede causar problemas, aunque no sea malo de por sí. Por ejemplo, el queso fresco, el feta, el ricota, el requesón, la mozzarella, la burrata o el parmesano son algunas de las alternativas más beneficiosas. No en vano, más allá de los mencionados, hay que ir con cuidado.

Los expertos consideran que comer queso en abundancia y de manera constante provoca una tendencia a engordar ya que contiene una alta proporción de grasa saturada, sal y calorías elevadas. El hecho de que no contenga fibra implica la posibilidad de tener gases y sentirte hinchado, al igual que provocar estreñimiento. Además, puede provocar aumento del colesterol, cáncer o retención de líquidos. Pese a que el queso sea uno de los productos más adictivos del mercado, hay que comerlo con precaución y midiendo las cantidades.