El inusual motivo por el que Dani Alves fue amonestado en la cárcel

El exfutbolista, que lleva tres meses en prisión, recibió un toque de atención por celebrar los carnavales. "No es el lugar para fiestas", dijo un funcionario

Dani Alves.

Dani Alves. / EFE

Dani Alves está en boca de todos después del delito de violación que cometió a finales del año pasado y que supuso su ingreso en prisión. El exfutbolista, que volvió a declarar el pasado lunes para ofrecer una nueva versión de los hechos que tuvieron lugar en la discoteca Sutton de Barcelona el 30 de diciembre de 2022.

El brasileño está en prisión preventiva desde el pasado 20 de enero. Concretamente, en la cárcel de Brians 1 antes de ser trasladado a Brians 2 unos días más tarde. Pese a sus intención de huir de la situación que le está tocando vivir tras el delito cometido, Dani Alves pretende volver a pedir la excarcelación hasta que la jueza que está llevando el caso ponga fecha a la vista definitiva.

Mientras, su exmujer y sus dos hijos se instalarán en la Ciudad Condal con la finalidad de avalar su arraigo familiar a Barcelona, aunque, mientras tanto, Dani Alves hace vida en la cárcel y, según los miembros de la prisión en la que habita, está integrado. De hecho, tal y como dijo ‘La Vanguardia’ en sus canales de comunicación, los funcionarios solo le han llamado la atención una vez en los tres meses que lleva entre rejas. No obstante, el aviso fue por una situación tan rocambolesca como poco adecuada para el contexto en el que está sumergido el exfutbolista.

Y es que, según ‘La Vanguardia’, Dani Alves fue amonestado, tal y como indicó Mayka Navarro, por celebrar los Carnavales con una batucada improvisada, sin importar los materiales de los que disponía y dándole absolutamente igual el hecho de estar en prisión. “El hombre improvisó una batucada en su celda golpeando con ritmo todo lo que tenía a su mano. Entonces, los trabajadores abrieron la puerta para recordarle que no eran horas, ni lugar para fiestas”, dijo Navarro. Pese a ello, reconoció que sus “rutinas no han cambiado y que mantiene el mismo comportamiento ejemplar del primer día”.

En un callejón sin salida

Sin embargo, Alves no está para muchas celebraciones. Sus declaraciones, de hecho, le delatan. La del pasado lunes ya es la quinta declaración en todo el procedimiento judicial, aunque ninguna de ellas responde a temas importantes dentro del caso en el que está involucrado. El exfutbolista alegó que las relaciones sexuales que tuvo con la víctima fueron plenamente consentidas. Es más, confesó que llegó a haber penetración. No obstante, la víctima presentó heridas y moratones en su rodilla, a la vez que las huellas de los investigadores del caso llegaron a recoger en el lugar de los hechos, los baños de la discoteca Sutton de Barcelona, y que hubieron restos biológicos encontrados dentro del cuerpo de la víctima. Una serie de detalles que juegan en contra de un Dani Alves que, conforme pasan los días e intenta dar nuevas versiones que le salven de su condena, se halla en un callejón sin salida. Su cabeza, no obstante, no le privó la posibilidad de celebrar los carnavales, aunque los funcionarios de la prisión en la que se encuentra le aguaron la fiesta.