La rajada de Karlos Arguiñano contra algunos restaurantes de lujo: "Tengo bronca"

Al chef vasco le disgusta mucho un rasgo que, a su juicio, se repite en demasiadas ocasiones

El error común de los restaurantes de lujo que indigna a Karlos Arguiñano

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Karlos Arguiñano es un reconocido chef vasco que ha dejado una huella imborrable en el mundo de la cocina. Su carisma, talento culinario y cercanía con el público lo convierten en una figura icónica de la gastronomía española.

Desde 1991 ha presentado su propio programa de cocina en la televisión española, donde ha compartido sus recetas y su particular sentido del humor con millones de espectadores. Su estilo amigable y su lenguaje sencillo han hecho que la cocina sea accesible para personas de todas las edades y niveles de habilidad culinaria.

Pero el éxito de Karlos Arguiñano no se limita sólo a su presencia televisiva. También es autor de numerosos libros de cocina, donde comparte sus conocimientos y recetas favoritas con sus seguidores. Además, ha sido reconocido con diversos premios y distinciones a lo largo de su carrera, incluyendo varias Estrellas Michelín por su restaurante "Karlos Arguiñano" en Zarauz.

Una influencia en el mundo culinario

Más allá de su talento en la cocina, Karlos Arguiñano se ha destacado por su generosidad y su compromiso social. Ha participado en campañas solidarias y ha apoyado causas benéficas, mostrando su lado humano y solidario.

Su influencia en el mundo culinario ha sido profunda, inspirando a generaciones de aficionados a la cocina a experimentar y disfrutar de la gastronomía de una manera accesible y divertida.

La cruzada de Arguiñano con algunos restaurantes por el pan

Como buen chef que está pendiente de todos los detalles, Arguiñano no pasa nada por alto en los restaurantes. Por eso mismo le preocupa que cuiden tanto lo minimalista y fallen en lo básico. "Con lo del pan tengo bronca", reconoció en una entrevista en el canal de YouTube de Mikel Idoate.

"Hay restaurantes buenos que te ponen pan chungo. Yo no digo nunca nada pero yo pan chungo no como. Es que has ido a un restaurante a comerte un buen pescado, una buena carne, una buena sopa, un buen marmitako. Dame un pan, el pan dámelo bueno. Luego me cobras 1,10, 80 céntimos o lo que quieras, pero dame un trozo de pan bueno, no como una gominola. Para comprar gominolas ya me voy a la tienda de chuches", explicó con su característico humor.