Adiós a frotar, la cucharada con espuma que deja la vitrocerámica y la encimera reluciente

La tendencia que arrasa entre los expertos en limpieza que deja la cocina como nueva

Una imagen de una cocina

Una imagen de una cocina

El afeitado, para algunos, es una necesidad casi primaria, que hay que hacer todos los días. Para otros, en cambio, es una operación que se pierde en la noche de los tiempos, dado el gran resurgir de la barba en los últimos años. Para otros, los de piel más delicada, es casi una agonía. Sin embargo, la espuma de afeitar está presente en casi todos los cuartos de baño de los hogares masculinos. Fácil y barato: así se utiliza la espuma de afeitar en todas las habitaciones de nuestra casa.

Muchos sólo la utilizan para lo que fue creada. Sin embargo, al igual que otros productos, no sólo tiene esa función específica. Pensemos en el famoso vinagre. ¿Cuántas cosas hacemos en casa con el líquido ácido obtenido de la oxidación del etanol? Desde la cocina hasta el baño, para algunos es el limpiador perfecto para desincrustar y desengrasar.

Fue patentado por primera vez en 1899 por el inglés William Henry Phillips. En realidad, se trataba de un producto obtenido mezclando únicamente aceite de bardana y cera, dos de los componentes actuales de las fórmulas que aún hoy se comercializan.

La empresa estadounidense Colgate fue la primera en lanzar al mercado la crema de afeitar con la adición de lanolina. Primero la vendió en tubos y más tarde en botes de spray. Hasta 1955, el dominio del mercado fue indiscutible. Entonces, en ese año, la empresa inglesa Wilkinson Sword lanzó una nueva e innovadora fórmula que hacía la crema cada vez más suave. De ahí el nombre de espuma de afeitar para diferenciarla de la crema más común.

Fácil y barato: así se utiliza la espuma de afeitar en casa

La lanolina y la trietanolamina son los dos ingredientes que favorecen el uso de este producto también en otros ámbitos. De hecho, su poder limpiador y desengrasante permite utilizar la espuma de afeitar también para la limpieza.

En particular, para las placas de cocción, para el horno y para los fregaderos de acero de la cocina. Para los espejos del cuarto de baño y del dormitorio. También para limpiar oro y plata y para manchas de grasa en tejidos de cuero. En todos estos casos, hay que extender la espuma sobre la superficie a tratar, dejarla actuar durante un cuarto de hora y retirarla con un paño húmedo.

Otro uso sorprendente de este producto de cuidado es el siguiente: ¿tiene puertas, ventanas, verjas que chirrían? Pues bien, en lugar de aceite, basta con pulverizar un poco de espuma sobre las bisagras. Déjelo actuar unos minutos y, por arte de magia, el molesto ruido desaparecerá.

Fácil y barato: así se utiliza la espuma de afeitar, un producto típico de la cosmética masculina, en otros ámbitos. Un remedio eficaz para quitar manchas.