Adiós a tender la ropa: la percha de Ikea que deja la ropa seca y sin humedad

A pesar de su innegable función y de su gran utilidad, la lavadora es uno de esos electrodomésticos que tan pronto podemos amar como odiar. Porque sí, acaban con las manchas de nuestras prendas textiles, las higienizan y las dejan como nuevas con una rapidez imposible de lograr con el lavado a mano, pero también pueden darnos más de un disgusto. Y de los gordos. De esos que no tienen solución o que, si la tienen, no es ni rápida, ni fácil, ni económica.

Porque puede pasar de todo. Usar una lavadora con asiduidad requiere de un cuidadoso mantenimiento y de un proceder correcto. Hay que considerar distintas cuestiones para evitar tanto problemas mecánicos como accidentes textiles. Es importante prestar atención a los colores de las prendas que echamos a lavar, a las indicaciones de los fabricantes que vienen en las etiquetas, a los productos que aplicamos y a los programas que seleccionamos. Nadie quiere encontrarse con camisetas multicolores que deberían ser blancas ni con pantalones tres tallas más pequeños de lo que eran o, directamente no encontrar esas prendas, esos calcetines más concretamente, que habíamos puesto en el tambor junto con el resto de la ropa.

El superalimento de moda para cenar de solo 25 calorías ideal para adelgazar y prevenir enfermedades

Y es que estas pequeñas y escurridizas prendas parecen desaparecer como si nada. Se trata de un verdadero misterio que todos hemos vivido. Y más de una vez. De hecho, existen estudios que estiman que cada persona pierde 15 calcetines de media al año, lo que a lo largo de toda la vida supone casi 1300. No es de extrañar, por tanto, que todos en nuestra casa tengamos un cajón o una cesta repleta a rebosar de calcetines desparejados. Esos que vamos guardando y acumulando con la esperanza de que, al igual que desaparecieron de la nada, volverán, algún día, a aparecer por arte de magia. Sin embargo, ¿para qué esperar algo que seguramente no suceda nunca si podemos evitar que ocurra en primer lugar?

Nunca más perderás tus calcetines

Y es que Ikea ha encontrado la solución ideal para dejar de perder calcetines, y por tanto, también para dejar de malgastar tiempo en buscarlos y dinero en reponerlos. La firma sueca demuestra así que no solo es puntera por ofrecer muebles funcionales y decorativos sino también por vender soluciones prácticas, originales, efectivas y baratas a problemas cotidianos y molestos del hogar. En esta ocasión, lo hacen con el colgador de calcetines SPACKLA cuyo precio es de 1,99 euros el paquete de 7 unidades.

Estos pequeños artilugios de color turquesa son muy versátiles. Sirven tanto para la fase de lavado como para la de secado. Están hechos de plástico resistente y duradero, lo que ayuda a la hora de colocar los calcetines, los cuales tan solo habrá que meter entre las ranuras que tienen para que queden bien pinzados. “Junta cada par con uno de estos colgadores antes de echarlos a la lavadora para que no se separen”, especifican desde Ikea recordando además que “estos colgadores también son muy útiles a la hora de tender los calcetines” y de guardarlos. “Cuando no estés utilizando los colgadores, puedes colgarlos juntos en el colgador principal. Ocupa poco espacio y te ayuda a organizar tus pequeñas cosas”, añaden.