ENDOCRINOLOGÍA Y NUTRICIÓN

¿Es posible comer sano sin gastar mucho dinero? Los consejos del especialista

Existen otras alternativas para eludir el consumo de productos como la carne roja, el cordero o el pescado fresco y adquirir alimentos más económicos, pero que estén equiparados en cuanto a la aportación de nutrientes

¿Es posible comer sano sin gastar mucho dinero? Los consejos del especialista

¿Es posible comer sano sin gastar mucho dinero? Los consejos del especialista / Ferran Nadeu

La factura de la luz, el precio del combustible, la cesta de la compra… Son preocupaciones que continúan siendo un quebradero de cabeza para los españoles como consecuencia de la inflación derivada de la crisis del coronavirus, la guerra en Ucrania, el cambio climático y la sequía.

En el último informe resalta que la inflación ha repuntado en julio al 2,3%, cuatro décimas más que en junio, aunque sigue entre las más bajas de la zona euro.

La subida del coste de los alimentos ha impactado en los alimentos sanos, lo que ha llevado a muchos consumidores a optar por productos menos saludables, como los ultraprocesados, que están cargados de azúcares, harinas refinadas y grasas saturadas.

El doctor Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), aconseja el consumo de productos de temporada y asegura que "la verdura o el pescado congelado no presentan diferencias nutricionales sobre el mismo producto fresco y más caro". 

El especialista destierra la arraigada creencia de que existen muchas diferencias gastronómicas entre el pescado fresco y el congelado. "Es una excelente alternativa siempre que se haya respetado la cadena de frío”. También apunta a que es mejor cocinar que consumir alimentos precocinados o procesados industrialmente y que "no es necesario comer tantos alimentos ricos en proteínas cada día".

Además, existen otras alternativas para eludir el consumo de productos como la carne roja, el cordero o el pescado fresco y adquirir alimentos más económicos, pero que estén equiparados en cuanto a la aportación de nutrientes. 

El doctor Botella destaca que una de las opciones es incidir en una alimentación con más vegetales y menos productos de origen animal y enfatiza que “la carne de aves tiene un perfil dietético más saludable que el cordero u otras carnes rojas”.

  • “Lamentablemente, comer de manera saludable suele ser más caro que llevar una mala alimentación”. 

La importancia de la educación nutricional

La educación en esta materia también ejerce un papel fundamental para saber cómo hacer la compra correctamente y cómo realizar un menú que sea saludable, variado y que nos aporte todas las necesidades nutricionales. El coordinador de la SEEN hace hincapié que los progenitores son clave junto a la información facilitada por las instituciones públicas:

  • “Los padres no pueden delegar esa función. Tanto ellos como los profesionales sanitarios y las personas con influencia social debemos predicar con el ejemplo”.

Además, subraya que existen otras herramientas útiles como "las medidas fiscales que favorezcan el consumo de alimentos saludables y penalicen a los que no lo son" y aboga por "una regulación de la publicidad y un mayor compromiso de la industria de la alimentación con la salud de las personas, por encima del beneficio económico".

¿Cuáles son las consecuencias de una alimentación poco saludable?

El especialista advierte de las preocupantes consecuencias que puede tener una alimentación incorrecta ya que "provoca más enfermedades crónicas a medio y largo plazo con el consiguiente aumento en el gasto sanitario y una importante pérdida de nuestra calidad de vida". "Pensemos en quién pierde y quién gana en este escenario".