Nuevo lenguaje

Si usas emojis tienes una edad: los adolescentes ya no ponen emoticonos en sus conversaciones

Tanta es la diferencia que, según el estudio, los jóvenes se intercambian cerca de un 83% de texto puro, mientras que los adultos sólo el 40%

Así es como puedes enviar los dos emojis que no salen en el teclado de tu móvil

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Redacción

Los emojis han pasado de moda para los adolescentes, que prescinden de ellos en sus conversaciones, y han pasado a formar parte únicamente del lenguaje "adulto" en las redes sociales, según las conclusiones de un reciente estudio desarrollado por Carmen Pérez Sabater, profesora del departamento de Lingüística Aplicada de la Universitat Politècnica de València (UPV).

La investigadora comparó el uso de los emojis entre adultos y adolescentes en mensajes de conversación. Para ello, analizó casi 103.000 mensajes de WhatsApp y cerca de medio millón de palabras, y concluyó que el uso de emojis entre jóvenes -con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años- es residual, tanto en conversaciones en grupo como individuales.

En sus mensajes de WhatsApp predomina el texto -el 79% de los mensajes analizados contenían sólo texto- y audios y vídeos, un 19% incluían exclusivamente estos contenidos multimedia. Esta especialista concluye que "los jóvenes siempre quieren distinguirse y la ausencia de emojis es simplemente una especie de protesta o reacción ante los millones de estos iconos que usan sus padres. Es su manera de diferenciarse".

"Evitar el silencio"

Por el contrario, los adultos incluyen los emojis con mucha más frecuencia, especialmente cuando interactúan en grupos de amigos. De hecho, un 23% de sus mensajes están formados solo por emojis y un 14% por texto y emojis.

"Los adultos los incluyen con el objetivo de mostrar afectividad en sus comunicaciones y evitar el silencio, porque son elementos que se tienen a mano para reaccionar rápidamente ante un vídeo o un meme enviado al grupo y así reconocer el esfuerzo que ha hecho por mantener activo el chat y la relación entre sus miembros", declara Pérez.

Tanta es la diferencia que, según el estudio, los jóvenes se intercambian cerca de un 83% de texto puro, mientras que los adultos sólo el 40%. Según destaca la investigadora de la UPV, estos datos contradicen resultados de estudios previos realizados por otros autores, en los que se indicaba que los jóvenes usan más elementos gráficos en sus comunicaciones debido al "carácter innovador" de sus interacciones. Sin embargo, ahora parece que lo innovador es no usarlos.

Más 'stickers'

Para los jóvenes, subraya la autora del estudio, "las caritas amarillas no son nada nuevo, cuando empezaron a usar sus móviles ya estaban allí, los usan sus padres y la gente mayor, pero no son lo suyo. Para ellos, los emojis son elementos que subrayan la afectividad hacia las personas de su entorno, pero no son necesarios cuando se comunican con estas personas".

Aun así, también existen diferencias entre los propios jóvenes, ya que, según Pérez, los chicos son más innovadores en, por ejemplo, la creación de 'stickers' porque quieren "alardear de sus habilidades en la tecnología". En cambio, las chicas utilizan mensajes más largos y coloridos que los chicos, que van "al grano". De hecho, los chicos han llegado a afirmar que solo utilizan emoticonos "para hablar con las chicas" o "porque mi novia me lo pide".

Producto de la pandemia

Otra cuestión sobre la que pone el foco la investigadora es que en el momento de comunicarse, los jóvenes recurren al dispositivo electrónico y al chat, aunque estén físicamente cerca. "Esto puede ser producto de lo que han sufrido durante la pandemia, porque en sus momentos de desarrollo social han estado encerrados mucho tiempo y la forma de comunicarse era mediante dispositivos móviles".

Para Pérez, esto no es necesariamente algo negativo, sino que es "otra forma de comunicarse" y rechaza el "alarmismo por parte de los padres". "No hemos de ver esto desde nuestro punto de vista de adultos. Ellos no han tenido otro remedio". A su juicio, esta forma de comunicación puede ser perjudicial únicamente si los adolescentes no llegan a adoptar la forma de comunicación personal, "que la mayoría sí practica".

Intromisión en la intimidad

Otra de las diferencias en las comunicaciones de los actuales adolescentes es que "para ellos el llamar es una intromisión en la intimidad", por eso acostumbran a tener el teléfono en silencio. "Muchos dicen que no tienen comunicación, pero claro que la tienen, incluso más que nosotros, pero es otra forma diferente y hay que aceptarlo y entenderlo", señala la investigadora.

La autora cree que observando estos comportamientos comunicativos de los jóvenes "podemos hacernos una idea de cómo va a ser la comunicación digital en los próximos años: más multimodal, pero con menos caritas amarillas".