¿Daños a los menores?

El Parlamento Europeo pide nuevas normas para combatir la adicción de los menores a las redes sociales

Proponen la prohibición de características de diseño "nocivas" como el deslizamiento sin fin de contenido, las notificaciones constantes en tiempo real o la reproducción automática de vídeos o juegos

Carles Planas Bou

Sin atención no hay negocio. A lo largo de las dos últimas décadas, las grandes plataformas digitales han ido colonizando cada vez más nuestro tiempo libre. Su objetivo es retenernos enganchados a las pantallas el mayor tiempo posible para así extraer datos sobre nuestro comportamiento que después les sirve para vendernos publicidad. Esta lógica se ha cimentado en productos adictivos como las redes sociales. "Las mejores mentes de mi generación están pensando en cómo hacer que la gente haga clic en los anuncios. Y eso es una mierda", advirtió en 2011 Jeff Hammerbacher, entonces empleado de Facebook.

Ahora, la Unión Europea (UE) busca poner coto a unas características de diseño que, considera, "se aprovechan de las vulnerabilidades de las personas para captar su atención y monetizar sus datos". Este martes, el Parlamento Europeo ha lanzado una alerta sobre la "naturaleza adictiva" de las redes, pero también de las plataformas de 'streaming', de los videojuegos en línea o del comercio electrónico, y ha exigido la adopción de nuevas normas para evitar que esos servicios perjudiquen a los niños.

En un informe, los eurodiputados piden a la Comisión Europea presentar propuestas legislativas para mejorar la protección de los consumidores y de su privacidad, especialmente de los menores de edad. Es por ello que proponen la prohibición de características de diseño "nocivas" como el deslizamiento sin fin de contenido (scrolling, en inglés), las notificaciones constantes en tiempo real o la reproducción automática de vídeos o juegos. El documento ha sido aprobado con una rotunda mayoría de 545 votos a favor, 12 en contra y 61 abstenciones.

"No hoy autodisciplina que pueda vencer frente a los trucos de las grandes tecnológicas, impulsadas por ejércitos de diseñadores y psicólogos para mantenerte pegado a la pantalla", ha dicho la ponente del informe, la verde neerlandesa Kim Van Sparrentak. "Si no actuamos ahora, esto tendrá un impacto en la salud mental y el desarrollo del cerebro de las generaciones venideras".

Exigencia de un diseño ético

El Europarlamento ha denunciado que la falta de transparencia de las grandes plataformas de internet dificulta la aplicación de normas sobre sus interfaces, diseñadas para captar nuestra y secuestrar nuestra atención. Así, insiste en que esas compañías, desde Meta a Amazon, deben ser obligadas a que sus servicios sean éticos "por defecto" y que renuncien así a la adopción de patrones oscuros (Dark patterns, en inglés), técnicas de manipulación que apelan al inconsciente del usuario para que tomen "decisiones potencialmente perjudiciales para la protección de sus datos personales".

De forma mayoritaria, los eurodiputados han mostrado así su proecupación por el impacto negativo que las redes sociales y otros servicios digitales puedan tener en la salud mental y física de los consumidores, especialmente entre adolescentes. Mientras los científicos no se ponen de acuerdo y siguen investigando sobre el impacto social de internet, los legisladores han sugerido una lista de buenas prácticas como desactivar todas las notificaciones, el bloqueo automático de la pantalla, sistemas de recomendación cronológicos en lugar del algorítmicos (modelo popularizado por TikTok) o tener el móvil en escala de grisas para así reducir el tiempo de consumo.

El informe pide a la Comisión la proposición de un "derecho digital a no ser molestado". El brazo ejecutivo de la UE estudia la necesidad de actualizar varias leyes sobre la protección de los consumidores para añadir artículos que garantizen esa protección en el entorno digital, que podrían llegar en 2024. Sin embargo, si opta por no plantear una nueva ley, el Parlamento Europeo podría utilizar su derecho a impulsar su propia iniciativa legislativa.

Debate social

La decisión de la Eurocámara llega en un momento de intenso debate social en España sobre la restricción del móvil en las aulas. Miles de familias en todo el país se están organizando para pedir una ley que retrase el acceso al móvil entre los menores de edad, pues temen que el abuso de las pantallas perjudique la salud de sus hijos.